La salud y seguridad al volante van estrechamente unidas de la mano. Como hemos venido observando, las soluciones tecnológicas tienen mucho que aportar a esta relación, y evidencian otra unión, la de conductor y vehículo mucho más íntima. Ya no se trata sólo de poner límite a la velocidad de nuestro vehículo, sino también a la que trabaja nuestro corazón y pulmones.
Esa es la principal funcionalidad de EPIC (Electric Potential Integrated Circuits), la aplicación que abordamos ahora: sensores en los asientos que hacen las veces de monitores cardíacos y que pueden detectar cambios fisiológicos. La Universidad de Trent en Nottingham desarrolla este sistema junto a Plessey Semiconductors Limited. Aunque todavía está en sus primeras fases, apunta a recorrer un camino bastante interesante.
Los sensores biométricos son sólo el primer paso para un tecnología que aspira a integrar los datos relativos a nuestra salud en un sistema más complejo, que podría advertirnos, maniobrar por nosotros o incluso avisar a otros conductores.
Otra de las innovaciones que nos llegan ahora desde este equipo inglés tiene que ver con los propios sensores, capaces de realizar una detección más aguda aun sin estar en contacto directo con la piel del conductor, gracias a sus avances en la conducción eléctrica a través de textiles. Estos le han valido el premio TSB (Technology Strategy Board) el pasado mes de junio.
Lo cierto es que no es la primera vez que encontramos una tecnología así. Hace un año os hablamos de los trabajos de Ford con respecto a su sistema para el control del estrés al volante, y los del Instituto Avanzado de Tecnología Industrial de Tokio que también basaron su sistema de detección en los asientos del vehículo. Ahora bien, la ventaja que aportaba esta última innovación tenía más que ver con nuestra identidad que con nuestra salud.
Otra posibilidad para controlar nuestra salud en relación a nuestra conducción la vimos en el pasado Salón de Frankfurt, y se centraba en la muñeca. El Reloj Nismo Concept de Nissan nació para mejorar el rendimiento deportivo de los pilotos, aunque, el fabricante no descarta seguir una estela más comercial.
La desventaja de este último con respecto a EPIC, es que el sensor no viene integrado de por sí. Desde Plessey aseguran que de momento la complejidad de su sistema junto a sus costes hacen inviable su aplicación inmediata. No obstante, ya está previsto que se comiencen a realizar pruebas. Los conductores de camiones serán los primeros en ser monitorizados.
Para esto último, la cuestión se torna algo más espinosa, ya que se pretende, no sólo informar al conductor, sino crear un centro específico en el que la salud de los conductores de una flota comercial sea monitorizada por otros agentes valiéndose de esta tecnología.
Vía | Motorauthority
Más información | Plessey Semiconductors
Imagen | Elvissa (CC) y lovecatz (CC) en Flickr
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