Llamémoslo crisis, llamémoslo conciencia ecológica o simplemente comodidad pero algo está cambiando en la ciudad eterna; ya que las bicicletas se están convirtiendo en fauna habitual en el paisaje romano. Desde 2010, el porcentaje de romanos que utiliza la bicicleta en sus desplazamientos diarios ha subido de un 0,4% a un 4% en el cómputo global.
En la distribución por edades, el 7% de los ciudadanos entre 24 y 60 años utilizan la bicicleta en sus desplazamientos diarios, subiendo hasta el 10% en zonas algunas zonas residenciales donde, paradójicamente, se encuentran las poblaciones de mayor edad de la ciudad.
Este cambio se está produciendo por voluntad de los romanos, hartos de gasolina a más 1,80 o del gasóleo a más de 1,70 y de constantes problemas derivados del caótico tráfico de la ciudad, los ciudadanos están optando por dejar sus coches en casa y tomar sus bicicletas. Aún con la deficiente infraestructura que existe para las mismas.
En Roma las cifras de utilización de la bicicleta siguen lejos de las capitales europeas de la bici, como son Amsterdam y Copenhague, donde la mayor parte de los desplazamientos urbanos se realizan en bicicleta. Pero para conseguir ese paso, es necesaria una infraestructura de carriles bici que apoye a los cada vez más numerosos ciclistas urbanos en sus desplazamientos.
Fuente | Tutto Green Imágenes | Italian Cycle Chic en Flickr En Motorpasión Futuro | Ciclocarriles y ciclocalles, la solución para poder usar las bicis en la ciudad, 'Tweed cycling' en Palencia y Santander: reivindicando la movilidad futura con trajes del pasado, Copenhague conectará con las ciudades colindantes mediante una autopista para bicicletas
