Dudo que algo así pudiese llegar a nuestro país, con un clima más controlado y una cultura de la bici mucho menos implementada, pero en zonas como la de los Países Bajos están empezando a plantearse la posibilidad de crear carriles bici con calefacción, ideales para derretir la nieve y seguir promoviendo el uso de las dos ruedas ecosostenibles.
El coste de este tipo de iniciativas iría de los 25 dólares a los 50.000 por kilómetro de asfalto calentado, y el sistema haría uso de tuberías colocadas a 50 metros bajo tierra que se encargarían de aprovechar el calor del verano para calentar los carriles en las épocas más frías del invierno.
El gasto controlado de la iniciativa podría acabar suponiendo un ahorro para las ciudades, que entre la sal para derretir la nieve, la limpieza de la calzada y los accidentes derivados del hielo y la nieve, buscan una forma de luchar contra el frío mientras mantienen las ciudades libres de coches y repletas de bicicletas.
Vía | TreeHugger
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