Los inicios no suelen caracterizarse por ser sencillos, y el caso de Tesla Motors no es una excepción. En Motorpasión Futuro hemos seguido de cerca a la compañía que dirige Elon Musk durante los últimos años, haciéndoos testigos de sus logros y baches, y de uno de estos últimos, es de lo que os vamos a hablar hoy.
Y es que el libro que verá la luz el 19 de mayo, "Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future", del periodista de Bloomberg Ashlee Vance, ha lanzado un gancho promocional con el que esperará asegurar más ventas, desvelando que Musk estuvo a punto de vender Tesla Motors a Google por 6.000 millones de dólares, y con ciertas reservas.
A comienzos de 2013 el futuro de Tesla se debatía en la cuerda floja, con el fabricante temiendo seguir el mismo camino que por entonces Fisker se había visto abocado a seguir. Tesla se enfrentaba principalmente a dos problemas, ultimar las prestaciones y el equipamiento del Tesla Model S; y otro viejo conocido, el de la distribución.
Según se podrá leer en el libro de Ashlee Vance, Musk presionó a sus empleados para focalizar en esta cuestión prioritaria para la supervivencia de la compañía:
"Me da igual cuál es vuestro trabajo. Vuestro nuevo trabajo es entregar coches"
En cualquier caso, Musk había comenzado a fraguar un plan B para salvar la compañía en caso de emergencia. Dada su amistad con el cofundador y CEO de Google, Larry Page, la opción de vender Tesla a Google cobraba bastante sentido. El CEO de Tesla llegó a lanzar sobre la mesa la siguiente propuesta: 6.000 millones de dólares por su compra, más 5.000 millones que Google debería invertir en Tesla.
Además, Musk quería la garantía de que Google no arrunaría o cerraría Tesla antes de la producción del que llamamos en la actualidad Tesla Model III, y de que Page le permitiría el mando temporal de Tesla durante otros 8 años.
Pese a que Google aceptó estas condiciones, un par de puntos complicaron la negociación, justo en el momento en el que Tesla comenzó a ver la luz, vendiendo por encima de su objetivo y con la primera llegada de beneficios.
El resto de la historia ya la conocéis, se estabilizó la producción del Model S y se marcaron nuevos objetivos para aumentarla, y la compañía se permitió el lujo de adelantarse con un gran proyecto: su fábrica de baterías. Los rumores nos llevarían a pensar que había posibilidades de que Apple o General Motors compraran Tesla. Nos equivocamos de comprador.
Vía | Automotive News Europe
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