¿Qué pasa si al atardecer, con el parabrisas un poco sucio, te da el sol de cara y se produce ese resplandor que refleja en todo el vidrio y no te deja ver nada, o bien qué sucede si es de noche y la luz de cruce de otro coche que se ha cruzado con nosotros nos deslumbra? Pues que durante unos segundos uno no ve por dónde va.
Y aunque no lo parezca en unos pocos segundos se recorren muchos metros. Por ejemplo en autopista a 120 km/h en un solo segundo se recorren 33,3 m nada más y nada menos. Y en ese segundo pueden pasar muchas cosas. Así que bueno es tener algún sistema que pueda ayudar en estos casos.
La electrónica ya ha presentado sus posibilidades: ya tenemos accionadores eléctricos para la dirección de un coche y sensores y cámaras que reconocen las líneas del carril, y cuando tendemos a salirnos incluso hacen girar la dirección ligeramente para intentar evitar salirnos.
Eelke Folmer y Burkay Sucu, de la Universidad de Reno, en Nevada (EE.UU.) han diseñado un volante que vibra para advertirnos de que nos estamos saliendo de la trayectoria, y lo hace en el lado por el que nos salimos. ¿Es esto completamente nuevo? Pues a priori no, pero sí. Me explico.
Los sistemas de advertencia de mantenimiento en el carril ya avisan con una alarma si nos empezamos a desviar o salir del carril sin poner el intermitente, con una alarma sonora, con una vibración en la banqueta del asiento en el mismo lado por el que nos salimos (por ejemplo el sistema de PSA Peugeot Citroën), con varias vibraciones en el volante (por ejemplo el sistema de Ford), o incluso actúan sobre el volante para hacerlo girar y que el coche no se salga del carril (hasta ciertos límites), en el caso de los asistentes de mantenimiento en el carril.
Este equipo de desarrollo trabaja en vibraciones cuya frecuencia es más sensible al tacto, y que vibre la parte del volante por la que nos saldríamos de la trayectoria para ayudarnos a corregir la dirección hacia el otro lado, aunque no veamos nada. La idea es distribuir elementos que vibren por todo el volante para dar mayor precisión.
El sistema además está programado para detectar y anticiparse a los momentos en los que se puede producir el deslumbramiento o reflejo en el parabrisas y así adelantarse al posible problema de visión.
Por ahora es solo un prototipo que sigue mejorándose en el laboratorio, pero las pruebas en un simulador con varios voluntarios evolucionan bastante bien.
La cuestión que me planteo es la siguiente: si ya hay sistemas que en caso de desviarse de la trayectoria ellos mismos hacen girar ligeramente el volante en la dirección correcta para corregir la trayectoria y evitar salirse, ¿qué ventajas aporta esta investigación?
Vía | New Scientist Tech
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