El Toyota Mirai comenzará a comercializarse en Europa a partir del próximo mes de septiembre, en solo tres países (Reino Unido, Alemania y Dinamarca) y a razón de un puñado muy limitado de coches. El fabricante japonés espera que se muevan en nuestro continente entre 50 y 100 unidades de su coches con pila de combustible a hidrógeno en 2015 y también en 2016.
Evidentemente, no quiere ni puede jugársela como en su mercado de origen, Japón, acelerando esta primera fase de experimentación en su introducción con una infraestructura de hidrogeneras entre limitida e inexistente. Por eso, solo a partir de 2017 piensan ampliar el número de mercados europeos en los que el Toyota Mirai tenga presencia. Su precio de inicio se ha establecido en 66.000 euros.
A este precio hay que sumarle impuesto y restarle las ayudas de los correspondientes mercados. Unas operaciones de cálculo más simples y menos beneficiosas para los conductores que las que tienen que realizar en Japón, donde está súper-subvencionado. Su precio inicial allí ronda los 51.000 euros, por lo tanto, "el billete" hasta Europa le ha costado al Mirai esa diferencia. Las primeras cinco unidades ya han llegado y no han tenido demasiados problemas para entrar en Reino Unido (y Bélgica).
En Estados Unidos el precio se sitúa en los 57.500 dólares (casi 52.000 euros al cambio) y es más acorde al de Japón. En algunos mercados estadounidenses ya es posible encargar el modelo y 600 potenciales clientes ya han expresado su interés. Toyota ha limitado el modelo a 3.000 unidades en Estados Unidos.
Por otra parte, como sabemos, tras una buena respuesta del mercado en Japón el pasado diciembre con una elevada demanda y sucesivos aumentos de producción, el problema ha vuelto a ser la infraestructura. Tanto que los propios fabricantes interesados están dispuestos a poner de su bolsillo mucho dinero, después que la tecnología no haya convencido a todos los inversores que pensaban.
Y hablando de gastar dinero, si ayer podíamos leer la desafortunada noticia de que Tesla Motors perdía 4.000 dólares por cada Model S producido, debemos recordar que Toyota no le importa dejarse 100.000 euros por unidad.
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