Casi un año después de recibir dos eléctricos Tesla Model S para ponerlos a prueba y descubrir si resultaba el coche ideal para su departamento, la policía de la ciudad de Los Ángeles, en California, no parece convencida con el modelo, por diversas razones. Lo primero, el precio del propio vehículo y, lo segundo, cierto miedo a no poder usar los coches en caso de un apagón generalizado.
Vartan Yegiyan, administrador del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), ha confirmado a CNBC que el uso de un Tesla Model S como coche patrulla aún no es práctico, aunque sí resultaría de interés como vehículo interceptor, ya que la berlina californiana es suficientemente rápida (absurda, de hecho) como para intervenir en persecuciones a gran velocidad.
Yegiyan asegura también que entre los próximos tres y cinco años "la industria apostará por la electrificación y los precios se rebajarán. Habrá más modelos y la infraestructura eléctrica será más robusta y con más estaciones de recarga. Mientras todo esto pasa estaremos aprendiendo y contribuyendo en el proceso".
Vía | Autoblog
