El humano es un ser insaciable, siempre buscando la manera de crecer, de mejorar, nunca es suficiente, solamente esa mentalidad puede justificar uno de los mega proyectos más impresionantes de cuantos conocemos, Desertec.
Se trata de un programa pensado para aprovechar la energía del sol y del viento existente en el desierto norteafricano y que lleva unos cuantos años en las mentes de varias corporaciones europeas, que después de muchos pasos adelante y atrás, ha recibido un impulso gracias a la decisión de Alemania de prescindir de la energía nuclear.
La idea es transportar esa energía mediante unos cables de alta tensión continua, capaces de dar solución a uno de los principales desafíos, las pérdidas energéticas durante el proceso, un problema que gracias a las últimas tecnologías se vería reducido a un teórico 3% cada 1.000 kilómetros.
El gran problema de Desertec es económico, y es que a pesar de contar con la participación de algunas de las multinacionales más grandes de Europa, entre ellas E.ON, Munich Re, Siemens, y el Deutsche Bank, los más de 500.000 millones de euros de su coste, hacen de este, algo impensable en una coyuntura económica como la actual.
Además de los técnicos y económicos, Desertec afronta también desafíos morales y ecológicos, ya que estamos hablando de la ocupación por parte de grandes corporaciones, de enormes extensiones de desierto que a pesar de todo, no son terrenos yermos, y cuentan con vida animal que podría verse afectada.
Por el otro lado, supondría la llegada de industria a zonas economicamente subdesarrolladas, que podrían ver en las energías renovables, el nuevo oro negro que mejore sus condiciones de vida, aunque a lo mejor, deberíamos preguntarles a ellos antes de nada.
Vía | Cleantechnica
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