El Ayuntamiento de Madrid llevaba tiempo detrás de aprobar un nuevo sistema de recaudación cobro por aparcar en el interior del anillo central limitado por la M-30, de forma que penalizara más a los vehículos que más contaminaran y menos a los que menos lo hicieran, y por fin lo ha hecho con una nueva Ordenanza Reguladora de la Tasa por Estacionamiento a la que han denominado SER Inteligente y que entrará en vigor en julio de este mismo año.
A pesar del nombre que le han dado, SER Inteligente, de inteligente tiene bien poco, pues un servicio cuyo fin principal se supone que era desincentivar el uso del vehículo privado a favor del transporte público o del uso del vehículo colectivo, con esta nueva ordenanza viene a penalizar a los vehículos de carsharing, o de uso compartido, imponiéndoles una sanción tarifa plana de 1.800 euros al año por aparcar en la vía pública. .
No cabe la menor duda que esa cantidad de 1.800 euros será repercutida a los usuarios de este tipo de servicio, que en España aún no está muy extendido, y que lejos de que se le suban las tarifas lo que necesitaba era que se las bajaran para incentivar aún más su uso y favorecer el que un solo vehículo pueda ser utilizado por varias personas, fin principal del carsharing, y por lo tanto contribuir a mejorar el tráfico en el interior de la ciudad. Para que luego digan que están a favor de la movilidad sostenible.
Sin embargo no todo va a ser malo con esta nueva ordenanza municipal. Las zonas que llevaban tiempo reclamando quedarse fuera del ámbito de aplicación de la regulación de aparcamiento, por estar fuera de la M-30, lo han conseguido y por fin quedarán libres de regulación. También aquellos residentes propietarios de vehículos menos contaminantes verán reducida su cuota anual por aparcar en las zonas verdes, mientras que a aquellos con los vehículos más contaminantes no se les incrementará esa cuota.
Para el resto, los no residentes, las tarifas por aparcar variarán en función del nivel de ocupación de la zona (en hasta un 40%) y del nivel de emisiones del vehículo, pudiendo en este caso obtener una bonificación, o una penalización, de hasta un 20% en función de ello. Para realizar estos cálculos habrá que introducir la matrícula en las máquinas expendedoras de tiques y ellas de forma “inteligente” calcularán la cuota a pagar dependiendo del lugar y momento del día en el que nos encontremos.
Otra de las grandes novedades que ahora se introducen es la posibilidad del denominado aparcamiento de larga estancia, por el que se permitirá aparcar hasta 12 horas seguidas con una tarifa máxima de seis euros, aunque esto no estará permitido nada más que en determinadas plazas debidamente señalizadas de determinadas zonas.
Los titulares de vehículos comerciales también tendrán una tarifa de 378 euros para poder aparcar en su zona, que oscilará un 20% en función de la tecnología del vehículo. Los titulares de talleres podrán aparcar cualquier vehículo en su vado, siempre y cuando le pongan en lugar visible el distintivo de aparcamiento que se expedirá para tal fin y que costará también 378 euros, pero este no tendrá reducciones al poder ser válido para cualquier vehículo que aparque en el vado, independiente de su tecnología.
Los tiempos de aparcamiento en cada zona también han sido modificados, ahora en las zonas azules se va a permitir estacionar hasta un máximo de cuatro horas, mientras que en las zonas verdes el tiempo de permanencia máxima será de tan solo dos horas.
Finalmente entre las novedades que han sido aprobadas están algunas reivindicaciones que determinados usuarios venían efectuando desde hacía algún tiempo, como el que una persona con una plaza de aparcamiento de residente pudiera optar a una tarjeta SER, o que una persona a la que le han robado o se le ha averiado su vehículo pueda solicitar también esa tarjeta para un vehículo de sustitución por un periodo limitado de tiempo.
Vía | Es por Madrid En Motorpasión Futuro | ¿Deben pagar más por aparcar los que más contaminan?
