En estas fechas que simbolizan en muchas regiones las esperanzas de la humanidad por un mundo mejor, y en las mentes de algunos otros las esperanzas de que un milagro haga que los Reyes Magos se olviden en la puerta de casa un superdeportivo eléctrico, precisamente en estas fechas hemos conocido que el Lamborghini Asterión LPI 910-4 se debate entre el cajón de los prototipos y el paso a producción.
El superdeportivo híbrido enchufable se presentaba en el pasado Salón de París 2014. La apuesta de híbrido enchufable de Lamborghini no dejaba de sorprender a muchos, pero pronto se sabía que el proyecto del Lamborghini Asterión LPI 910-4 no era del agrado de uno de los jefes de la casa, Stephan Winkelmann, y que era muy probable que se criogenizase para siempre. Ahora, parece que esa tendencia se ha revertido.
Según el máximo responsable de I+D del fabricante , Maurizio Reggiani, en Lamborghini el tema no está enterrado, y las conversaciones se centran sobre el posible precio del modelo.
La conversación que estamos teniendo en Lamborghini es sobre el coste potencial del coche, al tratarse de un modelo más pesado; su manejo, comodidad, su comportamiento a altas velocidades y su aceleración.
Es decir, que estos días han traído finalmente un halo de esperanza para el que sería el primer híbrido enchufable de Lamborghini. Sobre ese precio, Winkelmann ya nos dio una pista diciendo que rondaría los 450.000 euros. El objetivo sería plantarse en el mercado con un doloroso saludo para el Porsche 918 Spyder y el McLAREN P1, al menos en cuanto a exorbitante cantidad de dinero a desembolsar.
Reggiani también ha avanzado que se están analizando de nuevo las prestaciones del concept car. Para ellos sería importante seguir bajo la estela de los 100 g/km en lo que se refiere a emisiones de CO2 y superar los 50 kilómetros de autonomía eléctrica.
Parece que el debate ciertamente está servido. Recordemos que según Winkelmann la masa suspendida que añade el sistema híbrido (la tecnología híbrida añadiría 250 kilogramos a la transmisión del vehículo) juega en su contra. No obstante, Reggiani opina que si se quiere mantener la esencia que conocemos de las motorizaciones deportivas ante la creciente presión por reducir los márgenes de emisiones, la solución no pasa por el donwsizing o los turbocargadores, sino por la electrificación.
Veremos en que queda, lo cierto es que las reacciones del público ante el prototipo con tres corazones eléctricos que desarrollan de forma combinada 910 CV (alcanzando los 100 km/h en 3 segundos y una velocidad máxima de 320 km/h) no pudieron ser mejores.
Vía | Autocar
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