Hoy hemos conocido una medida impulsada por el Ayuntamiento de Madrid que supone un inicio de control de emisiones en la ciudad a través del Servicio de Estacionamiento Regulado. Está fundamentada en que los vehículos que más contaminan, serán los que más paguen a la hora de aparcar en determinadas zonas de la capital a partir del próximo año.
Hay que precisar que contaminar, exactamente, no sería el término preciso para definir esta nueva tasación, porque la iniciativa sólo contempla un criterio de emisiones, las de NOx, es decir, óxidos de nitrógeno. Esta distinción afecta de forma directa a los vehículos movidos por combustible diésel.
Madrid está en el punto de mira de la Unión Europea, y el apartado de emisiones de partículas y de NOx es el único que incumple. Por eso, en el ambiente que se ha tomado esta medida se respira (nunca mejor dicho) cierta resignación marcada por el miedo a la sanción, más que a la mejora de la calidad del aire de la ciudad.
Sería curioso comprobar las diferentes reacciones en el caso de que penetrar en el centro de la ciudad costara 13 euros, por ejemplo, para aquellos vehículos que superen un estricto límite de emisiones de CO2.
Esto es lo que ocurre en Londres, como os hemos contado, ciudad en la que ya ni siquiera los vehículos híbridos se libran de pagar el peaje ecológico, que tiene un límite de 75 gramos de CO2 por kilómetro. Otro ejemplo, centrado de nuevo en el diésel, lo encontrará el que se pregunte por qué no hay apenas coches diésel en Japón.
Volviendo a Madrid, el ayuntamiento todavía no ha aclarado cifras exactas. Esta nueva tasa de emisiones se combinará con otro criterio, el de la demanda de aparcamiento según la zona. Sumados estos dos supondrán un aumento o reducción máximas del 20% del precio de estacionar. Para determinar qué vehículos cumplen, se prevé distinguirlos en cinco categorías en función del nivel de emisiones.
También se plantea la introducción de un servicio de bicicleta pública, del que también os hablaremos pronto, y que pondrá a rodar 1.560 bicicletas por las calles de Madrid.
Los parquímetros también se renovarán en el plano tecnológico para adaptarse a estas nuevas necesidades, intuimos que en conjunto con la tecnología que os avanzamos que nos permitirá, diésel o no, pagar cómodamente desde nuestro teléfono móvil. Nos resta conocer si esta medida restrictiva se ampliará en el futuro, y en término generales, si viviremos para ver a Madrid sin boina.
Vía | El País En Motorpasión Futuro | La comisión europea presenta los objetivos de emisiones para 2020, Madrid presenta un nuevo plan para reducir las emisiones de CO2
