Hoy lunes comienza la Semana Europea por la Movilidad Sostenible, una campaña que durará hasta el próximo domingo, día 22, y que bajo el lema “Muévete por un Aire más Limpio” será coordinada en España por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Mediante esta iniciativa, surgida en 1999 y apoyada a nivel político y económico por la Comisión Europea desde el año 2000, se pretende promover los beneficios de medios de transporte más sostenibles, como pueden ser los transportes públicos, la bicicleta, los vehículos eléctricos y, cómo no, los viajes a pie.
En esta ocasión, además, y bajo el lema “Muévete por un Aire más Limpio”, se pretende concienciar a los ciudadanos sobre el impacto negativo que tiene el humo procedente de los tubos de escape de los coches en la calidad del aire y para ello el día 22 se celebrará un evento denominado “¡La ciudad, sin mi coche!” en el que se buscará el compromiso de todos los ciudadanos y se pretenderá encontrar soluciones a los problemas del tráfico.
Este año han sido un total de 368 ciudades españolas las que se han adherido a la convocatoria, celebrando actos parecidos en casi todas ellas, de un total de 1.561 adheridas en toda Europa, lo que demuestra el alto grado de compromiso existente en nuestro país hacia la protección del medio ambiente y en busca de soluciones limpias de movilidad.
Además el Ministerio a través de la Fundación Biodiversidad busca promover la participación ciudadana en la mejora de la movilidad con diversos actos formativos y con publicaciones especiales, con el objetivo de dar a conocer iniciativas empresariales vinculadas a la movilidad sostenible.
Desde el primer año de celebración hasta este año muchas han sido las ciudades que han contribuido de una forma real a esta iniciativa, bien con la incorporación a su flota de autobuses de vehículos eléctricos, o híbridos con sistemas menos contaminantes, o bien, en algunas ciudades, con la incorporación de taxis totalmente eléctricos.
También son de agradecer las numerosas iniciativas surgidas para compartir coche, bien mediante sistemas de carsharing, o de otro tipo, y que han contribuido en cierta medida a que no aumentara aún más el parque automovilístico privado en el centro de las ciudades, aliviando algo los niveles de contaminación, y más cuando se trata de carsharing con vehículos eléctricos, .
Pero aún así todas estas medidas no son suficientes y exigen por parte de las administraciones una mayor inversión en infraestructuras de todo tipo, que faciliten el transporte público colectivo y que ayuden a un transporte privado sostenible, penalizando, si es preciso, al que más contamina.
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