China sigue con sus esfuerzos para acelerar la llegada de la movilidad eléctrica a un nuevo nivel lo suficientemente consistente como para que suavice sus problemas con la contaminación. La semana pasada veíamos en Pekín un atasco de 100 kilómetros en el que se podía apreciar a la perfección la dudosa calidad del aire allí.
La última medida que hemos conocido es que las autoridades van a impulsar un programa por el que se pretende dotar al país de una red superior de recarga para coche eléctrico, en la que se contemplan establecer unos mínimos, como el que todos los aparcamientos públicos del país cuenten con un 10% de plazas para carga de coches eléctricos.
Las medidas persiguen que la red de recarga sea suficiente para soportar 5 millones de coches eléctricos, y se ponen como fecha límite para su consecución el año 2020. Así piensan que existirá al menos un punto de recarga por cada 2.000 unidades de coches 100% eléctricos que se vendan.
Lo cierto es que las ventas de coches eléctricos en China han crecido considerablemente en los últimos meses, pese a que es necesaria casi una revolución en las ventas de eléctricos como para que suponga un cierto cambio en la situación del país. En cualquier caso en lo que llevamos de año rozan las 110.000 unidades, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles, siendo ya el país del mundo donde más coches eléctricos se matriculan por cantidad.
Vía | Economic Times
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