Los tiempos cambian y cada vez la forma en la que vemos el mundo se transforma. Pueden ser grandes cosas, tangibles y reconocibles a simple vista, pero los pequeños casos van poco a poco, apenas sin generar revuelo hasta que de repente se han convertido en algo grande. La forma de ver los coches es una de las que está evolucionando, pero junto a ello la forma de acceder a ellos también promete grandes cambios. El nuevo movimiento de BMW, que venderá su gama i por internet, es uno de esos pequeños detalles imperceptibles que promete generar grandes cambios.
El paso a los vehículos eléctricos que supone para la marca la llegada del BMW i3 y el BMW i8 requiere estrategias distintas. Hay que minimizar el impacto en su precio buscando canales de distribución menos agresivos, pero también hay que cuidar la imagen y mantenimiento de sus concesionarios oficiales, que vistas las modestas ventas que podrían llegar a ofrecer ambos modelos, obligaría a tener unidades disponibles que probablemente no se moverían del sitio durante bastante tiempo.
Junto con la inauguración de la nueva tienda de Londres, un concesionario dedicado a la gama i, BMW ha anunciado que pondrá a disposición de los usuarios una plataforma online desde la que comprar y personalizar los nuevos modelos, sólo a la espera de la llegada del vehículo a un concesionario oficial para poder recogerlo.
Son pasos que nos cogen desprevenidos y a los que habrá que acostumbrarse. Y es curioso que incluso viniendo de nosotros, que en la práctica apoyamos este tipo de iniciativas, la venta de un vehículo por internet sea algo bastante utópico. Ya no es simplemente la situación actual la que nos tira para atrás, con paises como el nuestro en el que las ventas por internet aún suponen un pequeño porcentaje comparado con las físicas, es el proceso de compra de un coche, algo tan tangible, lo que nos tira para atrás.
No estamos ante ropa que podamos cambiar o devolver a nuestro antojo si no se adapta a lo que buscábamos, el comprador de un BMW i3 o un BMW i8, que va a tener que aflojar la cartera para poder acceder a un modelo, querrá ver, tocar y probar el coche antes de decidirse, algo que seguramente le llevará a buscar un concesionario en el que el vehículo esté disponible.
Y una vez allí, con un vendedor que necesitará el logro de vender dichas unidades y un comprador que precisa de la confianza de una persona física para acometer el paso por si en el transcurso hay algún problema ¿qué le invitará a salir de la tienda convencido, sin realizar la compra, para llegar a casa y realizar el trámite a través de internet? Y es que aún contando con una rebaja en el precio en ese caso, seguramente es algo que el propio concesionario invitará a hacer desde sus instalaciones.
Quién sabe, a lo mejor el escepticismo inicial es sólo una señal más de los cambios que están por llegar, pero prefiero seguir aquí esperando a confirmar su éxito bajo el complicado yugo de “si no lo veo no lo creo“.
Vía | Financial Magazine
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