Hoy hemos de reconocer que nos hemos maravillado con la solución que BMW ha preparado y que ha ofrecido a varios fabricantes de bicicletas eléctricas para materializarlo de forma comercial. Se trata de un sistema de suspensión que fusiona amortiguación y motorización eléctrica, y que incluye un brazo capaz de garantizar un recorrido de hasta 15 centímetros para la rueda trasera.
La patente nacida bajo la serie i de BMW (y así se puede leer en el cuadro) se estrenará en el mercado gracias a la colaboración del fabricante con HNF Heisenberg en la bicicleta eléctrica HNF Heisenberg XF1 y a un precio incluso superior al que nos tienen acostumbrados las bicicletas eléctricas de alta gama. Son 8.345 inalcanzables para muchos euros. En Alemania, por cierto, ya está a la venta.
En cualquier caso, no se puede decir que no estemos acostumbrados a anhelar que lo que hoy es un capricho tecnológico se convierta en el futuro en una aportación más asequible. En el caso del nuevo sistema de suspensión de BMW i, ataca directamente a uno de los inconvenientes de las bicicletas eléctricas como son los sistemas de amortiguación traseros.
El prototipo permite a la motorización flotar libremente y a la vez mantiene una tensión homogénea para una correa de fibra de carbono sin necesidad de más mecanismos. Esto además abre el camino por vez primera a la combinación entre suspensión trasera y correa en las bicicletas eléctricas, mejorando además la experiencia pedaleando y en el manejo de la bicicleta.
La lista de ventajas de BMW y HNF Heisenberg van en acorde a su precio, aportando mayor estabilidad al pedaleo a través de un cuadro que también destila rigidez, y sin perder tracción en ningún momento sea cual sea el terreno por el que transitemos, dada las bondades del brazo basculante.
Por lo demás, en cuanto a especificaciones técnicas la motorización Bosch de la Heisenberg XF1 entrega los clásicos 250 W que van alimentados bajo la misma tecnología alemana con una batería de 400 Wh, lo que le termina proporcionando 130 kilómetros de autonomía en su asistencia.
La correa, gran protagonista en su transmisión, va fabricada en fibra de carbono, lo que le permite una reducción del 20% en su masa, aumenta las posibilidades en su funcionamiento y con menos quebradedros de cabeza en lo que se refiere al mantenimiento. Su recubrimiento de poliuretano garantiza además una resistencia extra al óxido.
Por lo que se puede leer, BMW ha ofrecido esta patente también a otros fabricantes. Veremos si con los meses y tras Eurobike 2016 esta nueva y gran aportación al ciclismo asistido termina contagiando a otras marcas.
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