Uno de los campos en los que la creatividad más se presta a aparecer para ofrecernos soluciones tecnológicas es el de la iluminación nocturna para bicicletas. La dinamo tradicional se nos queda corta para nuestra seguridad, y casi apurando, para cumplir con la normativa, que exige iluminación frontal y trasera para circular por las noches.
Quizá por las horas de sol que gozamos en nuestras latitudes y por el menor uso urbano de la bicicleta no nos inquiete tanto este asunto como a nuestros vecinos europeos. Del allí, de Gran Bretaña exactamente, nos llega Blaze, una originalmente obvia (aquí el oxímoron viene a cuento) solución que ha nacido para luchar contra los accidentes que sufren los ciclistas.
Los creadores de Blaze inciden en que el 79% de los accidentes en los que un coche atropella a una bicicleta se deben a la falta de visibilidad. En este sentido, el sencillo concepto de Blaze sigue una línea similar a la que os contamos al hablaros de la bicicletas con carril bici virtual, pero con una estética más avanzada.
En su caso, se proyecta un icono ciclista que nos acompaña unos metros por delante para simular, como en el caso mencionado, que circulamos por una vía para bicicletas (lo estemos o no haciendo) y lo que es más importante, conseguimos que el resto de vehículos sea consciente en mayor medida de nuestro itinerario inmediato.
Se compone de un módulo láser y LED que va a acoplado al manillar de la bicicleta. Está fabricado en aluminio y es resistente al agua. Su tienda online permite adquirir Blaze desde cualquier punto del globo, a un precio de 150 euros. Este incluye, aparte del módulo, un cable de recarga USB.
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