La actual concesión de alquiler de bicicletas compartidas, “bicing”, de Barcelona termina en 2017, aún así eso no ha sido obstáculo para que se haya modificado, por parte de la autoridad administrativa local, la concesión para llevar a cabo una prueba con unas cuantas bicicletas eléctricas.
Esa prueba piloto dará comienzo a finales de este año con la incorporación de 150 bicicletas eléctricas, a las que seguirán a primeros del año que viene otras 150 más y que serán repartidas en 45 estaciones de recarga. La prueba terminará en marzo de 2017, justo al acabar el contrato con la actual concesionaria.
El uso de la bicicleta eléctrica en Barcelona tiene un gran sentido, pues actualmente cantidad de gente utiliza el actual servicio de bicing para bajar desde los barrios situados en la parte alta de la ciudad, utilizando luego el transporte público para volver a sus lugares de origen, obligando al ayuntamiento a gastar gran cantidad de dinero moviendo bicicletas desde las partes bajas a las más altas. Con el uso de una bicicleta eléctrica una gran cantidad de esos trayectos de vuelta podrían realizarse.
Pero el programa piloto que va a poner en marcha el Ayuntamiento no ha tenido esto en cuenta. De las 45 estaciones, 32 de ellas van a estar situadas en aparcamientos de los servicios municipales y ocho en aparcamientos privados, todo ello para aprovechas puntos de recarga existentes y minimizar la inversión, por lo que no se dará servicio, al menos durante el periodo de prueba, a los barrios periféricos ni a los barrios altos de la ciudad.
Como es lógico esto ha levantado amplias discusiones entre los distintos grupos políticos municipales, pero a pesar de ello lo consideramos una buena iniciativa que seguro llevará a una implantación definitiva de la bicicleta eléctrica en Barcelona a partir de 2017, al igual que lo ha hecho hace poco en Madrid, ciudad con una orografía también complicada y muy llena de cuestas.
Estas 300 bicicletas serán de fabricación catalana, pesarán 23 kg y dispondrán de baterías de litio con una vida útil de 20.000 km y un tiempo de carga de dos horas. Para la realización de esta prueba se han presupuestado cinco millones de euros: un millón correspondiente al funcionamiento, 2,3 millones a su coste durante la prueba piloto y 2,1 millones destinados a mantenimiento.
Durante el tiempo que va a durar el periodo de prueba se prevé recaudar 650.000 euros. Para tener acceso a poder usar estas bicicletas el usuario deberá abonarse previamente a l servicio básico de bicing y posteriormente pagar 14 euros más al año como cuota. El uso se cobrará luego en función del tiempo de uso, a razón de 45 céntimos de euro por cada 30 minutos. Lógicamente, ya hay quien está pidiendo que aquellos viajes que partan de la parte baja de la ciudad y acaben en la alta que gocen de un descuento o una tarifa especial.
Fuente | Expansión
En Motorpasión Futuro | ¿Está preparado el centro de Madrid (y los madrileños) para poner a circular 1.560 bicicletas eléctricas?
