En 1982 Craig Henderson y Bill Green crearon la pequeña compañía norteamericana Avion Car Company, en Bellingham, en la costa oeste de los Estados Unidos, muy cerca de la frontera con Canadá. Su objetivo fue construir un coche que batiera todos los récord de consumo de la época.
Para 1984 ya tenían finalizado un prototipo hecho a mano, capaz de salir a la carretera para poner a prueba el diseño y el motor. Era (es, puesto que sigue existiendo) un coche deportivo, biplaza, muy ligero y muy aerodinámico, con motor diésel: el Avión. Un turismo con una línea que no deja de recordarme a varios modelos Porsche de los 80 (como el 928, en sus diferentes variantes).
En 1986, consiguieron entrar en el libro de los récord Guinness con una marca mundial con un consumo de gasóleo de tan solo 2,27 l/100 km (103,7 mpg) en un viaje entre la frontera mejicana y la frontera con Canadá (en la Columbia Británica). El viaje se hizo a una media de casi 100 km/h.
A pesar de la altísima eficiencia de este coche, y aunque sus creadores deseaban poder fabricarlo en serie y comercializarlo (a un precio de unos 15.000 dólares de entonces, cuando por aquel tiempo, en España un coche medio venía a costar al cambio entre 10.000 y 15.000 euros) no pudieron hacerlo porque ningún fabricante apostó por él, al dejar de ser preocupante el precio de los combustibles.
Guardaron su coche en el garaje y pasaron más de 20 años. En octubre de 2008, con el precio del petróleo por las nubes (en agosto había alcanzado los 147 dólares/barril), decidieron volver a poner a prueba al Avión y fueron capaces de superar su propia marca. Recorrieron 423,6 km por carretera con un consumo de 2,08 l/100 km (113,1 mpg) a una velocidad media de unos 89 km/h.
Especificaciones técnicas del Avion car
Cuando diseñaron el Avión impusieron dos condiciones imprescindibles para conseguir consumos bajos: aerodinámica y peso. El coche mide 4,42 m de largo, 1,60 m de ancho y tan solo 1,09 m de alto. Su diseño bajo y afilado le permite tener un coeficiente aerodinámico Cx de 0,27. Además solo pesa 703 kg.
El bastidor del coche es un monocasco de aleación de aluminio, con solo algunos refuerzos de acero (estructura tubular) en la parte delantera y en la parte posterior. La carrocería se realizó en materiales muy ligeros: fibra de carbono, kevlar (una poliamida) y plástico reforzado con fibra de vidrio (S-glass). En su día era suficientemente resistente para la normativa de seguridad en caso de choque vigente.
Tenía dos puertas (que se abrían en ala de gaviota), dos plazas y un maletero de 397 litros (en la parte delantera). No tenía dirección asistida. La suspensión era independiente, tanto la delantera como la trasera y tenía frenos de disco en las cuatro ruedas. El motor iba en posición central-trasera
El tren de rodaje, motor y transmisión era estándares. El motor era de Chrysler, un diésel de cuatro cilindros, de inyección electrónica y turboalimentado, de 2,2 litros. Rendía una potencia de 148 CV y un par motor de 228 Nm. La inyección era Bosch y el turbo un Garret T3. La caja de cambios era manual de cinco velocidades.
Tenía una aceleración de 0 a 97 km/h (60 mph) de 5,3 segundos y podía alcanzar una velocidad máxima de 253 km/h (157 mph). Lógicamente para obtener un consumo bajo no se podía circular a esa velocidad ni emplear la máxima aceleración. La máxima eficiencia se consigue a una velocidad media sostenida. Mantener la velocidad de crucero solo requiere entre tres y seis caballos.
En 2010 construyeron un nuevo Avión, con una carrocería muy similar, aunque con ligeras diferencias, y un nuevo motor diésel, más pequeño, ligero y ahorrador. Tiene solo 67 CV (y una velocidad máxima de 161 km/h), pero en la primera prueba, ha vuelto a batir el récord de consumo, con solo 1,97 l/100 km (119,1 mpg).
A día de hoy siguen poniendo a prueba su Avión, retocando diseño y motor para maximizar el rendimiento, y quizás en esta ocasión (de nuevo con un petróleo carísimo) alguien quiera comercializarlo.
Vía | Noticias.coches
Más información | Avion 100 mpg plus
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