Si hace unos días hablábamos del experimento realizado en Colonia para probar la fiabilidad de los sistemas de cámaras para predecir el flujo de tráfico, hoy nos acercamos a algo similar pero que usa el sistema Bluetooth como base. Se ha instalado en Alberta, Canadá, y ha costado algo más de 300.000 euros.
La idea es controlar las señales procedentes de coches, teléfonos y aparatos de manos libres, reconocerlas, numerarlas y controlar el tiempo que tardan en llegar de un punto a otro. Con esos datos filtrados para evitar conexiones de peatones y demás, el sistema muestra a los conductores el flujo de tráfico mediante pantallas, para que eviten caer en atascos.
Más allá del miedo a la privacidad que parece haber crecido frente a la iniciativa, parece que sin razón porque el sistema no accede a los datos del teléfono, lo que realmente me sorprende de los problemas que presenta esta idea es qué ocurre si el embudo se crea antes de llegar a ese segundo punto que mide la velocidad de una señal.
No niego que pueda llegar a ser útil, pero creo que debe haber ideas mucho mejor desarrolladas por ahí, seguramente en algún sótano de alguna universidad esperando a que alguien ponga dinero. El reconocimiento con cámaras está a unos niveles lo suficientemente aceptables como para crear un programa capaz de identificar el flujo de vehículos, y creo sinceramente que apoyando esas investigaciones saldrían ganando.
Vía | Gas2