El máximo responsable de la compañía Bolloré, Vincent Bolloré, llevaba mucho aguardando a que el servicio de carsharing, Autolib, cruzase el canal de la Mancha. Ha pasado ya tiempo desde que leíamos por primera vez que el servicio podría extenderse a Londres, y lo cierto es que la empresa francesa terminó reteniendo esas intenciones.
No obstante, algo ha cambiado en Reino Unido (y en Bolloré, tras su acuerdo con Renault) como para que hoy podamos decir que el plan con Autolib en Londres sigue en marcha y que ya hay 10 unidades del eléctrico Bolloré BlueCar recorriendo la ciudad.
Para empezar, el mercado de coches eléctricos enchufables en este país está despegando a un ritmo encomiable. El pasado marzo, por ejemplo, se registraban unas ventas que superaban las 6.000 unidades de enchufables en Reino Unido, doblando en cantidad (no en cuota), a un buen mes en un país como Noruega.
Esto, unido a un apoyo de las autoridades londinenses, que siguen buscando fórmulas para paliar la contaminación (aprovechando la tesitura, se comenta que el área de bajas emisiones de Londres puede que se amplié), ha propiciado que el plan de Bolloré revitalice, y que se mantenga el objetivo de poner a rodar 3.000 unidades del Bolloré BlueCar en la ciudad, tal y como se planteó en París. Para esto, se han marcado de aquí a 2020.
Por cierto, en la capital francesa Autolib está funcionando y muy bien. El número de suscriptores se ha multiplicado en apenas dos años, pasando de los 40.000 a los 220.000 parisinos. De funcionar también en Londres sería una muy buena noticia para la movilidad alternativa, y a la vez elevaría las posibilidades de que el carsharing eléctrico siga extendiéndose por más ciudades europeas.
Vía | London Evening Standard
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