¿Los turistas, los curiosos y los paseantes montan en los coches de caballos de Central Park por los caballos?, ¿por el coche del que tiran los caballos?, ¿por el agradable paseo que supone?, o ¿por qué? Poco a poco se va acercando el momento de saber con más exactitud la respuesta a esta pregunta, pues el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, sigue empeñado en prohibir los coches de caballos y sustituirlos por vehículos eléctricos de época.
Unos 300 trabajadores se verían afectados por esa decisión, que, de querer seguir ejerciendo su profesión de cochero, no tendrían más remedio que comprar un vehículo eléctrico y esperar a ver qué decisión toman los posibles clientes, eso sin contar con que la mayor parte de ellos no podrían o estarían en condiciones difíciles de asumir el enorme coste que supondría la adquisición de un vehículo eléctrico de las características que propone el alcalde de Blasio.
Mientras tanto, Alex Gerami ha modernizado un coche clásico de caballos. Le ha añadido un volante, frenos, luces y las baterías necesarias para poder circular de cuatro a cinco horas, antes de necesitar recargarlas de nuevo, y todo ello por unos 18.000 dólares. El coche no ha perdido el encanto de los coches clásicos de caballos, salvo que mires hacia adelante y te des cuenta de que estos no están.
Un paseo en coche por Central Park suele durar una media hora, por lo que con esta autonomía este tipo de coches aún podría realizar de ocho a diez paseos al día, sin necesidad de que los caballos tengan que pasar frio en invierno y calor en verano y sin que tengan que ser sometidos a la crueldad del trabajo para ganarse la alfalfa diaria. Con esto los defensores de los animales, y el alcalde, quedarían satisfechos. Ahora tan solo falta saber si puede llegar a tener el suficiente encanto como para satisfacer a los clientes y así mantener esos puestos de trabajo.
Vía | The Epoch Times En Motorpasión Futuro | Los coches de caballos de Central Park podrían ser sustituidos por vehículos eléctricos de estilo clásico
