Dentro de unos meses empezará a comercializarse la versión más frugal del Citroën C3, denominada e-HDi. Como su nombre indica, tiene un sistema de parada y arranque del motor automático, Stop&Start. El resto de modificaciones ya son conocidas del C3 HDi 99g, que homologa 3,8 l/100 km de gasóleo.
Con la incorporación de este sistema reduce el consumo a 3,6 l/100 km de gasóleo en ciclo de homologación mixto. Únicamente supondrá un ahorro dentro de ciudad, o al detenernos más de unos segundos. El alternador reforzado se encarga de arrancar el motor 1.6 HDi de 90 CV rápida y suavemente, no el motor de arranque.
Así, el motor arranca de nuevo en 0,4 segundos, mucho más rápido que el arranque clásico, y tiene una vida útil de 600.000 arranques, más que suficiente para la vida útil del coche. Por debajo de 20 km/h en manual u 8 km/h en automático, el motor se parará hasta que embraguemos o el motor haga falta.
Como en otros sistemas de este tipo, deben cumplirse otras condiciones, como una temperatura exterior entre -5 y 30 ºC, que el motor esté caliente, un nivel de carga de batería determinado, que no se estén usando grandes consumidores como la luneta térmica, etc.
Este es el segundo modelo diesel de la marca que se beneficiará de un sistema de este tipo, además del Citroën C5 e-HDi. Anteriormente hubo en esta marca una versión del C2 y del viejo C3, con motor de gasolina, que usaban un sistema parecido, pero menos robusto. Recordad que un diesel es un motor más pesado de mover.
Empiezan incorporándolo a la versión más “ecológica” del Citroën C3, aunque a medio plazo todos los modelos de la marca tendrán sistemas de este tipo para reducir las emisiones medias de la gama. Una ventaja secundaria de este sistema es que reponerse de un calado es mucho más fácil, ideal para noveles o gente que coja poquísimo el coche.
Fuente | El Mundo Motor, Autocar