Siempre nos fijamos en el consumo de los coches, sean de gasolina o diésel o eléctricos. Ocasionalmente, nos fijamos en el consumo, a grosso modo, en el momento de comprar nuestra lavadora. Pero, ¿nos hemos parado a pensar cuánto consumen los servicios de streaming como Netflix? En un informe de Carbon Brief se han hecho la pregunta.
En Carbon Brief tomaron en cuenta datos de la Agencia Internacional de Energía y las estadísticas de Netflix. Consideraron las emisiones de dióxido de carbono generadas por la producción de la electricidad necesaria para los servidores del servicio de streaming y el dispositivo donde reproduces tu serie.
Según los datos de Netflix, el 70 % de los visionados se hacen en una televisión, la cual gasta más energía que un móvil (5 % de los visionados), un ordenador portátil (15 %) o una tablet (10 %). Según el autor del estudio, el consumo medio de una hora de Netflix en 2019 supuso un consumo de entre 0,12 y 0,24 kWh a la hora.
Evidentemente se trata de una horquilla media ya que el consumo es muy variable en función del aparato en el que lo miremos (smart tv, vía Chrome Cast en una televisión, en el móvil, etc), de la red (el 4G consume cuatro veces más que el wifi) y de la resolución a la que miremos nuestra serie favorita. Así, las emisiones asociadas al visionado de Netflix dependen tanto de la red y de los aparatos que usemos como del mix energético del país en el que estemos a la hora de generar electricidad.
Todo depende del mix energético
Según datos de la European Environment Agency (EEA), el mix energético alemán implica la emisión de 441 gramos de CO₂ para producir 1 kWh. En España, gracias a nuestras energías renovables, bajamos hasta los 265 g/kWh. El mejor alumno de los países de nuestro entorno es Francia, con 58 g/kWh, ya que algo más del 70 % de la energía del país vecino tiene origen nuclear, y tan sólo un 10 % proviene de centrales térmicas. Y el peor dato lo da Polonia, con nada menos que 773 g/kWh.
Si tomamos el dato de consumo más pesimista del informe de Carbon Brief, es decir, un consumo de 0,24 kWh a la hora, supondría en España unas emisiones de 63,6 gramos de CO₂ por hora de visionado. Es decir, serían unas emisiones ligeramente superiores a la mitad de lo que emitiría, por ejemplo, un Toyota C-HR de 184 CV y sus 119 g/km homologados o bien de un Kia Niro 1.6 HEV de 105 CV y sus 110 g/km de CO₂ homologados. Dos horas de visionado serían así, por ejemplo, equivalentes a las emisiones homologadas de un Ford Mondeo 4 puertas 2.0 HEV de 187 CV que homologa 127 g/km de CO₂.
Dicho de otro modo, no te sientas culpable por estar tirado en el sofá mirando del tirón 'Rush', y 'Senna', al menos en términos de CO₂.
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