En la profesión de periodista del motor a veces ocurren accidentes. Cuando se prueban coches, siempre hay un riesgo, y si estos son de altas prestaciones, más. Nuestro protagonista es Aaron Gold, un periodista norteamericano que trabaja para Top Gear USA y About.com Cars. Tiene el dudoso honor de ser el primero que se estampa con un Chevrolet Camaro ZL1.
No llega a la categoría de Dolorpasión porque los daños del coche no han sido especialmente graves, Gold salió ileso, pero ya tiene una espina más en su curriculum. Estaba en un evento de prensa, en el circuito de Virginia, tratando de domar sus 580 CV SAE en condiciones poco adecuadas: empezando a lloviznar.
Gold dice que acabó saliéndose de una curva a más de 190 km/h pisando los frenos a tope, hizo tres trompos y se dio un tortazo contra la barrera de neumáticos. Luego matizó que en parte hablaba en broma, y que simplemente se le fue el coche en una curva de segunda marcha.
De la foto de prensa al coche chocado, sin toneladas de Photoshop, dista un mundo. Al parecer, solo sufrió un pequeño incendio y la rotura del depósito del agua del lavaparabrisas. Gold no solo subestimó la potencia del coche, también subestimó el poder deslizante de la lluvia.
Los periodistas de la vieja escuela, que han rodado muchos kilómetros con ruedas estrechitas, suelen comentar que en los coches modernos con tanto ancho de neumático en lluvia van vendidos. Si una pista está repleta de goma, por el evidente uso del circuito, y encima llovizna, la pista se convierte en una pista de patinaje. Error de novato, señor Gold.
El mismo Gold ha entonado el mea culpa sobre su pifia en About.com Cars, y para los que entiendan inglés, no tiene desperdicio. Afortunadamente solo ha sido un susto, en la presentación del Opel GT se mató un periodista (2007) y por poco su acompañante, eso ya no tiene arreglo. El morro del ZL1 sí lo tiene.
Vía | Carscoop
Fuente | About.com Cars
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