Hace sólo unos días os contábamos que los primeros Corvette Z06 estaban ya en camino para ser entregados a los primeros clientes. Este que hoy nos ocupa, parece que estaban tan nervioso por la llegada de su nuevo coche que no pudo contenerse y en la misma puerta del concesionario hizo un burnout de más de un minuto.
Sin haber recorrido con el Corvette Z06 más de 50 metros, el propietario del nuevo coche pisa con fuerza el freno y el acelerador, haciendo que los 625 caballos hagan patinar las ruedas traseras sobre el asfalto sin moverse del sitio mientras los frenos se encargan de mantenerlo fijo en su posición.
Para los que tengan alguna duda, no creo que este sea el mejor rodaje posible para un coche de estas características. Mientras los libros de usuario hablan de mantener un límite bajo de revoluciones hasta superar los 1.000 kilómetros recorridos, este ha hecho justo lo que no se debería hacer nunca. ¿Qué futuro le esperará a este coche? Me atrevo a decir, que por el especimen que lo conducirá, es un digno candidato a ocupar tarde o temprano un pedacito de Dolorpasión.
