Recientemente supimos que el Chevrolet Volt costará en EEUU 41.000 dólares (con ayudas, 7.500 menos) ó 350 dólares al mes en leasing, con una cuota inicial de 2.500 dólares. Casi todos pensáis que es un precio excesivo, pero hay que replantearse esta cuestión. Tenemos que pensar como early adopters o primeros clientes.
Los redactores de Edmunds AutoObserver llamaron a un concesionario Chevrolet de California, y preguntaron por el Volt. Les contestaron que, como se van a fabricar muy poquitos y que solo esperan 9 unidades, van a inflar el precio recomendado (MSRP) en otros 20.000 dólares, si efectivamente querían ser los primeros.
Es decir, el MSRP, como su nombre indica, es un precio recomendado, así que un concesionario puede inflarlo si le apetece. Seguro que aquí todos pensamos que 61.000 dólares por un Chevrolet Volt es una burrada, pero no subestimemos la capacidad económica de quien quiere ser el primero en tener lo último.
El del concesionario, que vive de vender coches, sabe que si infla el precio en 20.000 dólares aún seguirá teniendo clientes interesados, menos, pero los seguirá teniendo, y si no hay más coches para vender… Se especula que otros concesionarios podrían hacer lo mismo e incluso bloquear la opción del leasing.
En otras palabras, como habrá pocas unidades, algunos van a intentar hacer su agosto, pero a largo plazo eso no será válido. General Motors dijo hace unos días que en 2012 fabricarán un 50% más de Volt que en 2011. El año que viene fabricarán 30.000, y el año siguiente, 45.000 unidades.
Se empieza a vender a finales de año en Estados Unidos, solo en unos pocos estados, a los que se irán añadiendo otros progresivamente, hasta venderlo a todo el país en un par de años más. No espero que la situación con el Opel Ampera, cuando se venda en Europa, sea de ese nivel, aquí no funcionan las cosas igual.
Existe ciertamente un boom en ese país por los coches alternativos, pues los más icónicos, Chevrolet Volt y Nissan Leaf, están atrayendo a mucho cliente interesado a pesar de que no lo hayan probado todavía, y que el precio pueda considerarse alto a pesar de la autonomía “pequeña”. Y aún así, hay mucha gente interesada.
Nos encontramos ante una fase inicial de comercialización, pero cuando esté para todos los públicos, los precios tendrán que aflojarse en vez de subirse, porque el mercado masivo funciona así. Otra cosa es tener un grupo reducido de clientes, a los que el precio les importa poco, y quieren ser los primeros en tenerlo.
El caso anteriormente nombrado del Fisker Karma es otro buen ejemplo. Alguien podrá encontrar un paralelismo entre quien compra un Volt por 61.000 dólares y quien compra un Aston Martin One-77 u otro supercoche exótico de inminente revalorización. Esta vez no hablamos de reventa, sino de decir “Mira, tengo un Volt”.
Podemos entender o no entender esta postura, porque somos clientes de consumo masivo. Le podemos encontrar menos sentido aún a quien desembolsa casi 500.000 dólares por un coche de hace 80 años que perteneció a un mafioso. La excentricidad no distingue de cifras si la cuenta corriente tiene holguras.
En mi humilde opinión, es una tontería pagar 61.000 dólares por el Volt, si en dos años se puede comprar por la mitad de precio. Le veo mucho más sentido el pagar 57.950 dólares por un Lexus GS 450h (híbrido convencional). Algunos pagarán muy caro tener un Volt, pero el gran público no.
Si General Motors ve que le perjudica que haya unos concesionarios demasiado ambiciosos, tendrán que reaccionar aumentando más la producción, o vetándoles unidades del nuevo modelo. No quisiera que los coches alternativos empezasen siendo como los aparatos de última tecnología, que o bien lo pagas carísimo, o te tienes que esperar meses.
Fuente | Edmunds AutoObserver
En Motorpasión | Ya hay precios para el Chevrolet Volt en EEUU