Desde que BMW dio a conocer el novedoso BMW i8, aquel con el que tuvimos una primera tomar de contacto hace unos meses en Milán (parte 1 y parte 2), lo cierto es que en repetidas ocasiones hemos escuchado hablar de el tomando como referencia el Porsche 911. Aunque uno es un deportivo híbrido y el otro un deportivo puro y duro, lo cierto es que las comparaciones entre ambos son inevitables porque se dirigen a un mismo tipo de público y sus precios son muy similares.
Ahora los medios de comunicación de medio mundo ya están empezando a probar el BMW i8 y llega lo inevitable, las comparativas contra el Porsche 911. En EVO han comparado ambos coches en sus habituales drag races, así que ya podemos hacernos una idea de las diferencias de prestaciones entre uno y otro.
Hay que aclarar que el Porsche 911 es un Carrera S (tracción trasera) con el Power Kit que aumenta su potencia en 30 caballos, alcanzando por tanto los 430 caballos. El resultado no me ha sorprendido. En los metros iniciales las diferencias entre ambos modelos son casi inexistentes, a pesar de que el Porsche cuenta con Launch Control y el BMW no. Luego el 911 Carrera S comienza a coger ventaja, alcanzando los 100 km/h desde parado en 4,2 segundos, mientras el BMW i8 lo hace en 4,5 segundos.
Una diferencia mínima que comienza a ampliarse a medida que pasan los metros, ya que el 911 Carrera S sube de velocidad con más alegría que el híbrido. Aun así, las diferencias son bastante ajustadas, sobre todo si tenemos en cuenta la diferencia de potencia de 362 caballos para el BMW frente a los 430 caballos del Porsche. El BMW alcanza el kilómetro desde parado en 23,7 segundos, mientras el Porsche lo hace en 22,9 segundos.
Una diferencia de sólo ocho décimas en un kilómetro entre un coche deportivo híbrido y el teórico coche de referencia de su segmento, el Porsche 911 Carrera S. ¿Alguien tiene dudas ahora de que el i8 es el deportivo del futuro que ha venido al pasado? Porque si tenemos en cuenta que con el BMW puedes hacer hasta 35 kilómetros en modo únicamente eléctrico y después plantarle cara a todo un 911, tal vez nos hagamos una idea de cómo serán los deportivos del futuro.
