California parece destinada a continuar siendo el estado tecnológico estadounidense por excelencia, no sólo por todas las empresas que han escogido la zona para establecer su sede, sino también por el apoyo a nuevas tecnologías como la conducción autónoma, que ya cuenta con una ley específica igual que el estado de Nevada, que realizó el paso a principios de año.
El gobernador de California Jerry Brown ha firmado la ley que sitúa las bases para la práctica de la conducción autónoma en las oficinas de Google, sin duda la marca que más está haciendo por normalizar la práctica de la conducción automática de vehículos, llevando su sistema a las carreteras norteamericanas.
La ley no formaliza la conducción autónoma en su totalidad, sino que se encarga de asentar las bases de un estándar homologado que deberá darse a conocer en 2015, mientras apoya las pruebas de esta tecnología en la zona, siempre manteniendo la máxima seguridad posible obligando a los vehículos autónomos a contar con un conductor capacitado que esté en el asiento del piloto capaz de reaccionar ante cualquier inconveniente que se pueda generar.
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