Bentley y Hummer no tienen mucho en común, salvo que ambas se pueden considerar marcas con precios fuera el rango de la mayoría de los mortales. Pero ni siqueira juegan en la misma división, el Hummer más caro tiene un precio menor que el Bentley más barato.
Además de esto, Hummer representa el coche duro y rudo, y Bentley el lujo y la calidad. ¿Cuál sería el motivo entonces para tunear un Hummer H2 al estilo Bentley?
Preguntádselo a su dueño, yo no tengo la respuesta, aunque me lo puedo imaginar viniendo de Dubai. Un día te levantas, vas a tu garaje, te das cuenta que el Hummer H2 puede hacer cosas que el Bentley no, y preguntas a tus esbirros cuanto costaría cruzarlos. Paga el petrodólar, no hay problema.
Supongo que casi todos coincidieremos en que su exterior es horrendo. Los faros, las llantas, los escapes… pero especialmente esa imitación cutre de la B de Bentley. ¡Si era lo único fácil de copiar!
Ahora bien, de su interior tengo que decir que tiene buena pinta sale bien en la foto. Hasta podría parecer un Bentley de verdad, aunque seguro que viéndolo de cerca la diferencia es abismal, incluso en el caso de que hayan utilizado piezas sacadas de un Bentley de verdad.
Por cierto, un único punto en común entre Bentley y Hummer: el salpicadero casi horizontal. Normal, también los humanos y las ratas tienen mucho ADN en común. Os dejo a cada uno escoger quién es la rata.
Vía | autoblog.nl
En Motorpasión | El colmo del mal gusto: híbrido entre Rolls-Royce Phantom, Hummer H2 y limusina
