Aparte de mostrar en el salón de Ginebra el Audi Q7 V12 TDI, Audi también llevará el Audi Q7 coastline, un prototipo diseñado como un ejercicio de diseño y que se inspira en la naútica.
Comparte el brutal propulsor V12 6.0 TDI de 500 CV del modelo de serie, pero cuenta con diferentes detalles que lo hacen aún más exclusivo. El primero de ellos, el blanco perlado Inuit que recubre toda su carrocería, incluyendo cubiertas de los retrovisores, un color que también se usó con el espectacular Audi Shooting Brake Concept.
El blanco sigue siendo el protagonista en el interior, que es dónde más diferencias vamos a encontrar respecto al modelo de serie. Todo está tapizado en este color, denominado Blanco Alabastro, con cuero aterciopelado en los asientos y revestimientos de los montantes y techo. Incluso los botones y la cubierta del cuadro de mandos son de este color.
El toque distintivo lo ponen los detalles en aluminio y madera, localizados en los difusores de aire o las manetas de las puertas, el caso del metal. Los detalles en madera de nogal americano los encontraremos en los reposabrazos de las puertas, el pomo de la palanca de cambio y las molduras de acceso interiores, mientras que en el suelo del maletero encontraremos una mezcla de esta madera y madera ahumada de roble. En esta caso, no hay pintura, sino encerado, dándole un toque característico.
Fuente | Audi
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