Era inevitable, dada la creciente apuesta de Audi por los motores de gasóleo. Llega el primer Audi TT diesel, propulsado por el conocido 2.0 TDI de 170 CV(1). Este propulsor combina inyección common-rail de alta presión con turbocompresor de geometría variable, admisión variable, intercooler... Es capaz de desarrollar un par máximo de 350 Nm (constante entre 1.750 y 2.500 RPM) y las prestaciones resultantes no son nada desdeñables, con un consumo de risa.
Tanto el TT TDI Coupé como el TT TDI Roadster utilizan tracción integral quattro de serie, a diferencia del 2.0 TFSI de 200 CV que sólo funciona con tracción delantera. De esta forma, Audi evita tener un tren delantero muy cargado y potencialmente subvirador, como sucede en otros modelos del grupo VAG con este motor. El cambio es manual de 6 velocidades y no hay información de posibles cambios automáticos.
Ahora hablemos de prestaciones. El TT TDI Coupé hace el 0-100 en 7,5 segundos (TFSI 6,6s) y alcanza los 226 Km/h (TFSI 240 Km/h), con un consumo homologado de 5,3 litros a los 100 kilómetros (TFSI 7,7 l/100 Km). En cuanto al Roadster, el 0-100 lo hace en 7,7 segundos (TFSI 6,7s) y alcanza los 223 Km/h (TFSI 237 Km/h) con un consumo de 5,5 litros de gasóleo (TFSI 7,8 l/100 Km). Los consumos son un poco optimistas pero en todo caso, son muy bajos en relación al nivel de prestaciones.
La tracción quattro, en condiciones normales, entrega el 85% del par al eje delantero y el 15% al trasero, aunque es capaz de repartir el 100% a un sólo eje si es necesario, para ello usa un embrague multidisco de accionamiento mecánico y control electrónico. De acuerdo, es un poco difícil de digerir esta noticia por la mañana, pero me están entrando ganas de probar ese TDI. Por cierto, el TT Coupé fue el primer modelo que probé para Motorpasión.
Todavía no se han hecho públicos precios ni fechas de comercialización.
(1): Aclaro que es conocido el bloque 2.0 con esa potencia, pero incorpora la novedad de la inyección common-rail en vez de bomba-inyector
Fuente | Audi
En Motorpasión | Prueba: Audi TT Coupé (2.0 TFSI y 3.2 V6 quattro)
