Las start-up va tan en serio con los taxis voladores que un rascacielos residencial de lujo en Miami va a incorporar en su azotea un 'aeropuerto' para vehículos. La torre Paramount Miami Worldcenter, que ha puesto una exclusiva guinda a un pastel de lujo, será un enorme complejo residencial ubicado en la famosa ciudad. Son tan optimistas, que afirman que lo veremos funcionar el año que viene.
Tu mujer acaba de aterrizar en la azotea
El rascacielos residencial de 60 pisos abrirá sus puertas en agosto, pero el parking que lo coronará podría estar operativo un poco más tarde, quizá para finales de 2019. Diseñado para el aterrizaje y despegue vertical, el denominado 'Skyport' contará con 460 plazas de aparcamiento.
"Imagina viajar de Miami a Palm Beach un viaje que lleva más de dos horas- en solo 30 mimutos", afirma su responsable, Dan Kodsi. Osea, la élite podrá volar desde la playa a sus apartamentos de lujo en menos de lo que imaginaba. A través de una aplicación, el usuario puede ver qué persona de su círculo está realizando un trayecto y a la hora que aterrizará para poder ir a recibirla.
Si quieres sufrir un poco, puedes ver los renderings de cómo será esta pequeña ciudad de lujo que la Paramount Miami Worldcenter publica en su web. Terribles, terribles vistas.
Dejando a un lado los problemas del primer mundo, lo cierto es que la carrera por hacer realidad los coches voladores se intensifica a medida que las ciudades se colapsan más y más, ahogadas por los atascos.
Desde que Uber Elevate anunció en 2017 que comenzaría a probar su servicio de taxis aéreos en Dallas, Los Ángeles y Dubái en 2020, los fabricantes que ya estaban inmersos en la carrera por hacernos volar se han puesto las pilas.
Uber quiere conseguir que este vehículo vuele solo con la energía de las baterías, descartando los híbridos. Sin embargo se enfrenta al problema del peso de las baterías y a la potencia.
Pero en la carrera también tenemos desde Volocopter (donde ha invertido Daimler) y Lillium pasando por Airbus Vhana a los chinos Ehang 184 y Terrafugia (de Geely), sin olvidar Kitty Hawk.
De hecho, esta última empresa con ADN de Google, comenzará a probar sus taxis voladores en Nueva Zelanda, y quieren convertir el proyecto en una red comercial en tres años. Sus taxis voladores autónomos pueden recorrer hasta 100 km en un solo viaje y alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h.