Los garajes no deberían estar en los sótanos. Eso es lo que pienso cada vez que aparecen imágenes en la televisión de las cada vez más habituales riadas e inundaciones, dónde los coches que se esconden bajo tierra en los garajes suelen ser siempre los grandes damnificados.
Un ejemplo extremo de los problemas que puede traer la inundación de un garaje, lo encontramos en este de Singapur. Se trata de un garaje dónde se esconden algunos coches superdeportivos de primer nivel, así como unas cuantas berlinas de gama alta.
El más llamativo y por el que casi desprendo una lágrima, es el Ferrari 458 Italia de color amarillo. El superdeportivo italiano tiene el “agua al cuello”, y esperemos que no haya llegado a entrar por esas tres salidas de escape tan características que recuerdan al Ferrari F40. A su lado un Lamborghini Gallardo de color verde también espera que alguien le rescate de morir ahogado, pero todavía hay más…
Ahí no acaban los superdeportivos afectados por la inundación. Un Porsche 911 GT3 RS de color verde, se encuentra rodeado de agua en un lateral del garaje sin nadie que le socorra. Y algo parecido ocurre con un Aston Martin V12 Vantage, que no puede abrir más su capó tratando de coger aire y aguantar lo máximo posible sumergido en el agua.
En otra zona del garaje, los BMW Serie 7, BMW Serie 5 e incluso el nuevo Rolls-Royce Ghost no sufren tanto, ellos son más fuertes y más altos que sus compañeros, y ni siquiera llegan a mojarse los bajos.
Esperemos que las válvulas de los escapes hayan estado cerradas, y que el agua no haya llegado más arriba, porque entonces la desgracia podría haber sido gigante. Os mantendremos informados cuando sepamos el estado de salud de todos ellos.
Vía | Deluxeblog.it