Toda la polémica surgida en torno a los neumáticos Pirelli ha hecho que en las últimas semanas los rumores sobre la posible llegada de un nuevo fabricante hayan sido continuos. El actual contrato del fabricante italiano culmina al final de la actual temporada y actualmente no hay renovación firmada.
Tanto es así que la propia Pirelli ha amenazado con abandonar el gran circo ya que sin certeza de si seguirán o no, no pueden comenzar el desarrollo de unos neumáticos que deberán cambiar mucho con respecto a los actuales. Sin olvidarnos que normalmente los equipos reciben la información de los mismos, la necesaria para desarrollar el monoplaza, en septiembre. Dentro de unos escasos tres meses.
Por todo ello, las principales marcas de neumáticos, ya tuvieran experiencia en la Fórmula 1 o no, han sido consultadas sobre la posibilidad de ser proveedores oficiales en un futuro muy próximo. La primera marca en decir no fue Hankook. A pesar de mantener conversaciones con Bernie Ecclestone, a los coreanos aún la Fórmula 1 les queda demasiado grande.
El último proveedor antes de Pirelli, Bridgestone también ha sondeado la posibilidad de regresar tras tan sólo tres años de ausencia. En este caso la negativa viene precedida por las peticiones. A Bridgestone no le interesan unos neumáticos que duran pocas vueltas ya que consideran que daña su imagen. Es más, en su último año, 2010, los neumáticos japoneses eran de madera e incluso los blandos duraban gran parte de la carrera.
Por último, otra marca que estuvo en la Fórmula 1 no hace mucho: Michelin. A pesar de continuar en competición un año más, los franceses salieron de la máxima categoría tras el bochorno del Gran Premio de Estados Unidos de 2005. Aún así, desde entonces han reconocido que no les interesa un contrato monomarca. A Michelin les gustaría batirse en duelo con algún rival y esa sería su condición para regresar a la Fórmula 1. Un regreso que Jean Todt, presidente de la FIA, vería con buenos ojos.
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