Mucha sorpresa han causado estas declaraciones de Fernando Alonso a Tele5: “el coche no está ni mucho menos listo para Australia y los días se están acabando. No está todavía para ganar. De momento, lo que más me gusta de él son sus colores”.
“Esperemos que en Barcelona, la semana que viene, y, sobre todo, en Bahrain, donde estaremos dos semanas, tengamos el empujón definitivo porque no está todavía para ganar. Llegarán grandes reformas en aerodinámica y motor. Al coche le falta agarre de delante, en mitad de curva se va de morro, le falta tracción y un pelín más de motor. Es muy fiable, pero necesita un poco de potencia para estar a la altura de los mejores”.
“Los Ferrari van muy bien, muy bien. Los Renault empezarán bien el año y luego irán a menos, como siempre. BMW será la gran sorpresa del año y van a ir fuerte, podrían luchar incluso por las victorias. Y los Honda van incluso peor de lo que ellos dicen. No creo que deba considerar a nadie más”.
Después de ver al McLaren primero en casi todos los entrenamientos, algunos piensan que Alonso se quiere quitar presión de encima con estas palabras. Poco lo conocen; Alonso siempre ha sido así. En los momentos de euforia siempre ha dicho que nada está hecho, para que la gente no se duerma.
Y cuando hay problemas actúa de la forma contraria. Fue después de Monza 2006 o China 2006 cuando tuvo las palabras más optimistas respecto a sus opciones de ganar el campeonato. Frena la euforia y levanta la moral de la gente según las circunstancias.
Vía | telecinco