Las inclemencias de la meteorología, el paso del tiempo y la falta de cuidado provocan que, poco a poco, los neumáticos vayan perdiendo durabilidad y eficacia. Además de los habituales pinchazos, reventones, deformaciones y el desgaste general, hay un aspecto que es más común de lo que creemos pero que no todos saben identificar.
Un neumático cristalizado es una goma de bajo rendimiento, demasiado rígida como para adaptarse con elasticidad al agarre que el asfalto requiere. Conocer este aspecto y saber cómo actuar es importante para mantener la seguridad a bordo.
¿Qué significa que un neumático está cristalizado?
Los vehículos equipan neumáticos fabricados con caucho, un material que con el tiempo pierde sus propiedades y flexibilidad. Cuando sus componentes pierden sus propiedades y se forman "microcristales" que endurecen la goma, tenemos un neumático cristalizado. Se trata de un neumático sin agarre y muy peligroso. Pero la cristalización puede surgir por muchas razones que, debido a un proceso químico, hacen que el caucho pase a estar rígido y duro.
Una de las causas que dan lugar a esta reacción es enfrentar al coche a situaciones extremas de temperatura y una excesiva exposición a la radiación solar. Esto no solo deteriora la pintura de tu vehículo, sino que también acelera el rápido desgaste de los componentes de las ruedas. A pesar de ello, los neumáticos suelen sufrir este fenómeno hacia el final de su vida útil, es decir, a los 4 o 6 años desde su fecha de montaje.
Por lo general, un neumático cristalizado no se aprecia a simple vista y no es posible percibir cambios significativos en su aspecto. Quizá observarás ciertas grietas casi imperceptibles, pero es al tacto cuando se puede dar cuenta de ello. ¿Cuáles son los síntomas?
¿Cómo saber si se han cristalizado mis neumáticos?
En primer lugar, vayamos al volante. Como decíamos, no existe un cambio significativo en su aspecto, pero sí lo notarás en la conducción porque no ofrece la misma adherencia al asfalto que las gomas en buen estado. En líneas generales, estas son algunas pistas de que algo no va bien:
- Aumenta la distancia de frenado.
- El consumo de combustible se ve incrementado.
- Tu vehículo no muestra buena resistencia al aquaplaning.
Con todo, si percibes falta de control en la dirección y crees que tu vehículo no responde adecuadamente a las exigencias de la vía (lluvia, curvas, descensos…), entonces toca echarles un vistazo. Puedes hundir la uña en el dibujo de la goma para comprobar en qué estado se encuentra. En una situación normal debería estar más o menos blanda y permitirte ejercer cierta presión. De lo contrario, puedes tener problema de cristalización.
¿Solución? Cambio de ruedas
Aunque circulan bulos que hablan de que hay formas de recuperar los neumáticos cristalizados, la realidad es que ni el uso de lijas ni las soluciones químicas funcionan. La cristalización no solo afecta a la superficie de la goma, perjudica a toda la estructura y componentes, así que no tiene solución. No obstante, sí hay formas de prevenir para aumentar su vida útil:
- Aparcar en un espacio cerrado o bajo una sombra durante los meses de verano.
- No exponerlo a heladas.
- Evitar un exceso de humedad permanente.
No hay más solución que sustituir los neumáticos por unos en buen estado. Aunque es recomendable que acudas antes a un taller para que un experto certifique si efectivamente estás en lo cierto y el inconveniente es provocado por la cristalización. Esta no es una circunstancia que suceda de forma habitual, por lo que no debería suponer una preocupación en los próximos años una vez tu vehículo equipe neumáticos nuevos.
¿Se puede pasar la ITV con las ruedas cristalizadas?
Aunque en la ITV se realiza una inspección exhaustiva de los neumáticos, en muchas ocasiones, la cristalización pasa desapercibida. Lo habitual es quel los técnicos presten atención a la profundidad del dibujo, el desgaste y que no haya desperfectos visibles.
A pesar de ello, hay que tener muy presente que la cristalización es uno de los mayores peligros, pues es como si utilizáramos un zapato de suela plana para bajar por un sendero de piedras mojadas. Por ello, si los neumáticos están cristalizados y el técnico lo aprecia, la ITV será desfavorable, ya que no solo afecta al agarre, sino también a la deceleración.
¿Y en cuanto al desgaste? Usa el truco de la moneda
No siempre nos preocupamos de controlar el estado de nuestras ruedas y el día menos pensado eso nos puede provocar un susto. Cuanto más profundo es el dibujo de la banda de rodadura, mejor se agarrará al asfalto en situaciones adversas. Así se evitan patinazos como el temido aquaplanning. El desgaste es inevitable, pero debemos estar pendientes, pues, por ley, el surco no puede ser inferior a 1,6 milímetros.
Si al introducir la moneda se observa el borde dorado, la profundidad es inferior a 1,6 mm y deben sustituirse
En cualquier caso, lo ideal es no tener que llegar a tales extremos y procurar mantener una profundidad de 2,3 milímetros, que es lo que ofrece un agarre óptimo en superficies húmedas o deslizantes. En caso de tener el dibujo de la cubierta con una profundidad inferior a la recomendada, el neumático no drena adecuadamente el agua de la lluvia y reduce el contacto con el pavimento, provocando pérdida de control de la tracción, dirección, frenos y acelerador.
¿Cómo comprobar que el desgaste del neumático nos permite circular con seguridad? Existe un truco muy sencillo que solo requiere una moneda de un euro. Es un consejo que ha circulado en las redes sociales de la Guardia Civil y la DGT, en donde se explica que al colocar la moneda en el surco de la goma debe cubrirse totalmente la circunferencia dorada. En caso de que la parte dorada del euro sobresalga, es momento de cambiar de rueda, pues la profundidad no es la suficiente.
Conviene también realizar chequeos visuales periódicos de la goma para comprobar que no hay bultos, cortes o grietas que puedan favorecer un reventón durante la marcha. Por otro lado, debemos estar pendientes de la antigüedad que se marca en el flanco –normalmente, la caducidad se data en diez años desde su fabricación– independientemente de los kilómetros recorridos.
¿Neumáticos nuevos para tu Toyota?
Si tienes dudas acerca de cómo comprobar el estado de los neumáticos de tu vehículo siempre puedes acudir a tu Centro Oficial Toyota para que un equipo de profesionales los compruebe por ti. El desgaste, la profundidad, establecer una presión correcta y realizar el equilibrado y alineación son algunas de las tareas que el equipo de Toyota se encarga de realizar en sus vehículos.
En tu Taller Oficial Toyota tienen una amplia gama de neumáticos y podrán aconsejarte sobre aquel que mejor se adapte a ti y tu vehículo.
Imágenes | Sala de Prensa de Toyota Unsplash/Frank Albrecht/Shadrach Warid/Jordan Koons
