Más de 10 millones de unidades vendidas y catorce líneas de modelo en sus setenta años de existencia, el Toyota Land Cruiser se ha convertido en un todoterreno de culto. Sin duda, es uno de los vehículos más confiables para los conductores y, con el tiempo, se ha convertido en un estandarte de durabilidad, fortaleza y calidad.
Grandes inventos que surgen de grandes necesidades
Los orígenes del Land Cruiser se remontan a los años de posguerra y tensión bélica en Asia. En 1950, cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur, Naciones Unidas y Estados Unidos solicitaron a sus aliados japoneses la fabricación y suministro de vehículos compactos con tracción a las cuatro ruedas para apoyar a los surcoreanos. Toyota, que había sido uno de los principales proveedores de camiones para las fuerzas japonesas durante los años cuarenta, era la candidata ideal para ello.
Así, en enero de 1951, Toyota presentaba un prototipo que combinaba el chasis del camión de una tonelada tipo SB de Toyota con un motor de gasolina de seis cilindros tipo B de 3,4 litros. Se bautizó con el nombre de Toyota Jeep BJ y fue el precursor del icónico Land Cruiser.
Su primer hito lo marcó nada más nacer, alcanzando un punto del monte Fuji al que hasta entonces solo se podía acceder a caballo. Las fuerzas aliadas finalmente no se decantaron por este modelo, aunque se convirtió en el coche patrulla de la Policía Nacional japonesa. Viendo un gran potencial en su diseño, el fabricante decidió continuar con su desarrollo.
La leyenda crece en el ámbito civil
En 1953 el Toyota Jeep BJ entró en producción y, un año más tarde, la denominación Jeep BJ fue reemplazada por la de Land Cruiser, ya que la marca Jeep había sido registrada por Willys-Overland Motors.
Hacia finales de 1955 apareció la segunda generación de este 4x4 (Serie 20), evolucionando de máquina militar a vehículo para uso civil. Los cambios fueron evidentes, el Land Cruiser lucía carrocerías redondeadas, faros integrados y una cabina más espaciosa que otorgaba mayor confort a los asientos delanteros.
La suspensión se obtenía en parte del Toyota Crown y era más cómoda para el uso en carretera, aunque, por entonces, las infraestructuras en Japón distaban mucho de ser óptimas y llegar a los 56 km por hora se consideraba ya toda una proeza.
Se introdujo un nuevo motor de hierro fundido de la Serie F, que incrementó la potencia hasta en un 23 % con respecto al modelo anterior. Este motor de baja compresión (un desarrollo de la Serie B que vio la luz por primera vez en 1948) se mantuvo hasta 1992. Es considerado uno de los motores más resistentes y robustos jamás producidos.
Durante la segunda mitad de los años 50, Toyota lanzó el modelo a numerosos mercados de exportación establecidos y emergentes. El Land Cruiser fue el primer Toyota en llegar a costas extranjeras en muchos casos. De hecho, en 1957, de todas las marcas exportadas desde Japón, el 38,2 % eran Land Cruiser.
Los años sesenta: la consolidación de la marca
Para 1960, la tercera generación (Serie 40) presentaba arcos un poco más rectangulares y los indicadores se habían trasladado a las aletas delanteras. No obstante, su rasgo más distintivo fue el bisel en forma de rombo que enmarcaba los faros circulares y la rejilla del radiador.
El interior presentaba lo esencial, y nada más; ni siquiera aislamiento acústico. Austeridad y raza 4x4 seguían siendo sus señas de identidad. Los simples paneles de la carrocería de acero prensado estaban allí esencialmente para evitar que entraran elementos del exterior.
Eso sí, se introdujeron tres modos de conducción (Completo, Económico o Moderado) y seis velocidades (tres para carretera y otras tres para otros terrenos), aunque la caja de transmisión seguía siendo manual y de tres marchas. Los potenciales compradores tenían que hacer su elección basándose en la relación entre la transmisión final con el tipo de terreno que esperaban encontrar.
La apuesta inicial del motor provino de la poderosa gama de la Serie F, pero en 1973 se añadió una motorización diésel de 6 cilindros y 3,6 litros (Tipo H), a la que se sumaba en el 74 otra diésel de 4 cilindros y 3 litros (Tipo B).
En 1965, el Land Cruiser número 50.000 salió de la línea de producción y un trienio después la cifra crecía hasta 100.000. Cuatro años más tarde se duplicaba, mientras que la unidad 800.000 se sumaba en 1979, poco después de un pequeño lavado de cara que representaba el primer cambio en 19 años.
El Reino Unido inició las ventas oficiales del Land Cruiser en 1975 y el millón de ejemplares se alcanzó en 1980. La producción japonesa de la Serie 40 (o Forty, como se le llamó popularmente) terminó en 1986, pero se siguió haciendo fuera del país nipón hasta el 2001.
La alta gama familiar de los años ochenta y noventa
La presentación de la Serie 70 en 1984 como sucesora de la longeva Serie 40 mostró que el Land Cruiser sabía conservar el concepto original de un todoterreno puro, pero respondiendo simultáneamente a los requisitos del mercado para coches de uso recreativo y familiar de alta gama.
Para competir con otros vehículos dentro del segmento, Toyota identificó que la Serie 70 debía dividirse en dos ramas: una de carga, con resortes de hojas, y una versión más cómoda, con resortes helicoidales, más enfocada a los pasajeros y dirigida principalmente al mercado europeo. Por lo tanto, el Land Cruiser de la Serie 70 llegó al mercado en dos formatos, Heavy Duty y Light Duty.
El modelo wagon de Light Duty derivó en el Land Cruiser Prado con versiones de tres y cinco puertas, y fue reemplazado en 1996 por la Serie 90. Sin embargo, el Heavy Duty siguió adelante y se sometió a su primera revisión importante en 2007, 23 años después de su lanzamiento. La parte delantera se renovó con una nueva disposición de faros y alerones, y el tablero de instrumentos se reemplazó por un diseño más ergonómico.
Siglo XXI, la tecnología entra con fuerza
El nuevo Land Cruiser Prado 120 se mostró en el Salón del Automóvil de París de 2002 y fue un tour de force tecnológico, adoptando gran parte de la misma especificación de suspensión ajustable electrónicamente que el buque insignia: el Station Wagon Serie 100.
También contó con el primer sistema electrónico de asistencia de arranque en pendientes del mundo, que ayudó a ganar agarre en suelos resbaladizos. También contaba con un control de asistencia en pendientes para mantener la compostura al volver a bajar.
La producción de la Serie 120 Prado concluyó a finales de 2008, después de siete años de existencia, y logró vender casi seis millones de unidades de Land Cruiser. Más que de una necesidad de renovación Toyota se movió por una cuestión de prestigio: quería mantenerse a la vanguardia con su reemplazo, el importante Prado de la Serie 150 lanzado en 2009. Esta generación se vendería en más de 190 países.
Land Cruiser Prado de cuarta generación
El diseño de este Land Cruiser Prado de cuarta generación (Serie 150) tuvo sutiles refinamientos visuales comparado con su predecesor, a la vez que agregaba ciertos toques de estilo de su hermano mayor, el Station Wagon de la Serie 200 lanzado en 2007.
Era más musculoso y dinámico, derrochando fuerza y al mismo tiempo confort y fiabilidad por los cuatro costados. Exhibía faros altos que elevaban los bordes exteriores del capó, mientras que, por primera vez, la puerta trasera con bisagra derecha contenía una ventana con bisagra superior que se podía abrir de forma independiente. Había versiones de tres y cinco puertas, aunque las modalidades de distancias entre ejes seguían siendo idénticas a las del 120.
Esta última versión del Land Cruiser se diseñó en Francia por el ED2 (el Centro Europeo de Diseño y Desarrollo de Toyota), como había sucedido con el exterior de la Serie 120, que traspasó por primera vez las fronteras japonesas. El resultado se manifestó en un modelo más pequeño pero familiar y refinado.
Por dentro, las líneas curvas del modelo precedente dieron paso a un diseño más angulado y robusto. El nuevo salpicadero destilaba mayor calidad y un tacto mejorado. Y la tecnología seguía avanzando: el Sistema Precolisión avisaba al conductor ante un posible choque y se encargaba de frenar el vehículo para evitar el contacto. Igualmente, el sistema Crawl Control posibilitaba un avance lento y constante en conducción offroad, afianzando esa capacidad en terrenos irregulares que había marcado el inicio del mito Land Cruiser.
2021 abraza la presentación de un nuevo Land Cruiser más eficiente
Para celebrar su septuagésimo aniversario, Toyota lanza la nueva versión de este inigualable todoterreno con un renovado motor 2.8D de 150 kW/204 CV. Con 27 CV por encima del anterior, este nuevo propulsor incorpora un Stop & Start, lo que permite mejorar consumos y emisiones, y puede ir asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática con similar número de relaciones.
El modelo de este año cuenta con nuevos sistemas de seguridad y mayores opciones de conectividad. Está disponible en carrocerías de tres y cinco puertas, con cinco niveles de acabado: NX, GX, VX, VXL, y LIMITED.
El primero, NX, tiene la categoría de vehículo N1 y clasificación de Furgón. De esta manera, tanto el N1 como el GX son ideales como herramienta de trabajo, ya que mantienen la dureza y resistencia típicas de un 4x4 capaz de adentrarse en los terrenos más complicados.
Por su parte, la VX, VXL y LIMITED están pensadas para quienes esperan una imagen tan contundente como impactante de Land Cruiser. Poseen un habitáculo espacioso fabricado con materiales de alta calidad y un equipamiento al que no le falta nada: desde techo solar panorámico, asientos calefactables y ventilados, o climatizadores independientes para conductor, copiloto y pasajeros traseros.
Otras características que siguen innovando en su potencial de 4x4 son el bloqueo del diferencial trasero autoblocante, el sistema de suspensión adaptativa kinética o, ya en la edición LIMITED, el Sistema de Avance Activo (Craw Control), la Suspensión Variable Adaptativa o el Sistema Multi-Terrain.
Es el último miembro de una familia que ocupa un lugar en la historia de los vehículos 4x4 por derecho propio. En este breve recorrido por sus setenta años de vida, no hemos podido dar cabida a todos los modelos que han ido construyendo y consolidando la marca, pero sí están los más representativos de la evolución de un concepto: el todoterreno puro que ha sabido cargarse de lujo, refinamiento y tecnología no solo sin perder un ápice de sus habilidades offroad, sino mejorándolas y convirtiéndose en todo un símbolo.
Imágenes | Toyota, Flickr/Crash 71100, Ed McGarvey