El nuevo Audi SQ7, la variante más potente del SUV, se presentó el pasado mes de julio con un motor 4.0 litros V8 TDI biturbo capaz de desarrollar 435 CV de potencia y 900 Nm entre 1.250 y 3.250 rpm. Ahora, cinco meses después de su llegada, el especialista alemán ABT Sportsline aprieta su mecánica para ofrecer un todocamino aún más bestia.
Para ABT toda potencia es poca, por lo que el preparador germano ha preparado un paquete de mejoras que pasa, entre otras cosas, por el conocido software ABT Power Boost, que actúa sobre la centralita específica ABT Engine Control (AEC) integrada en el modelo para elevar su rendimiento hasta los 520 CV y 970 Nm de par motor, es decir, 85 CV y 70 Nm más que el modelo de la firma de los aros.
Además, a fin de maximizar el comportamiento sobre el asfalto, el sistema de suspensión adaptativa ABT Level Control nos permite bajar la altura de su carrocería hasta en 20 mm a velocidades por debajo de los 70 km/h.
La entidad no facilita las cifras de aceleración en el 0-100 km/h ni su velocidad punta, pero huelga decir que es capaz de mejorar los 4,8 segundos y los 250 km/h (velocidad limitada electrónicamente), respectivamente, que homologa el modelo de serie.
El sello de ABT también se nota a golpe de vista
Estéticamente, se diferencia por incorporar una parrilla en fibra de carbono, un pequeño alerón trasero o un difusor en negro brillante que incorpora las mismas dobles salidas a ambos lados de la zaga que el SQ7 original, pero con otra novedad: el ABT Sound Control, un sistema que permite enfatizar el rugido que emana de los tubos de escape.
Por otra parte, se ofrecen tres juegos de llantas de 22 pulgadas: ABT Sport GR en negro brillante o negro mate, HR Aero en gris oscuro, o HR-F, más ligeras, en color plata. Paralelamente de está desarrollando un kit aerodinámico que se incluirá a la oferta a lo largo de 2020.
En el interior, la personalización de ABT continúa con un volante fabricado en Alcántara y fibra de carbono, pedales en aluminio, inserciones bordadas en rojo contraste, una placa ABT identificativa en el salpicadero a la altura del copiloto, un botón Start/Stop personalizado, o un sistema de luces de bienvenida que se proyectan al suelo mostrando la palabra ABT cuando se abre la puerta del conductor.
ABT ya tuneó el Audi SQ7 en 2016 y ahora ha vuelto a hacerlo con la nueva entrega del SUV alemán, aunque por el momento sin revelar el precio.
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