Después de haberos transmitido qué se siente cuando llevas un Audi R8 V10 S-Tronic de 525 caballos a fondo, toca volver a la tierra, bajar del olimpo de los dioses y ver qué es lo que ofrece este coche tan exclusivo a nivel de equipamiento y seguridad.
Con la puesta al día recibida este año 2013 también han llegado algunas mejoras que afectan a los acabados interiores, que cuentan ahora con nuevos materiales y algunos detalles que le permiten cumplir con las exigencias de sus potenciales clientes, acostumbrados siempre a lo mejor de lo mejor. Por eso pagan 180.540 euros por el V10 básico.
Como decía al comienzo de la prueba, el Audi R8 V10 es un coche muy cómodo para tratarse de un superdeportivo. Principalmente esa comodidad y confort del que hace gala se debe a la configuración del habitáculo, que poco tiene que envidiar al de una berlina.
Los asientos, la disposición de los mandos, el tacto 100% Audi. Es como si fueses en un Audi A3 pero en una posición de conducción bastante más baja y con las piernas estiradas. Bueno, realmente hay algo que cambia también, la calidad de todos los materiales que te rodean.
La excelencia la notas en algunas piezas metálicas como la preciosa palanca de marchas. Su tacto frío cuando no le ha dado el sol y la perfección de sus acabados hacen que separar la mano de ella no sea fácil. Si no quieres tocar la palanca de cambios, también las levas situadas detrás del volante tienen una forma completamente nueva y su tacto es excelente.
A nivel visual, hay cambios en las salidas de aire que ahora están fabricadas en plástico negro brillante de gran calidad. La unidad de pruebas además venía cargada de extras hasta arriba, de ahí que la fibra de carbono y el alcántara nos hiciese pensar que estábamos al volante de un coche de una categoría muy superior.
Equipamiento de primera clase en el Audi R8 V10 S-Tronic
Todos los Audi R8 con motorización V10 montan ahora de serie el sistema de navegación MMI navigation plus, que sigue siendo exactamente igual que en aquel Audi R8 V8 que probamos en el año 2009. Audi ya tiene otros navegadores mucho más avanzados, con grafismos más modernos y pantallas de mayor tamaño, pero no debían encajar bien en el R8 que se tiene que conformar con el antiguo.
Su funcionamiento, todo hay que decirlo, sigue siendo excelente gracias al sistema MMI integrado en el propio salpicadero y no en la consola central como en la mayor parte del resto de modelos que conforman la gama Audi. El túnel central que separa los asientos es tan estrecho que no cabría, ya que el freno de mano todavía es mecánico y ocupa mucho.
También hay que destacar que el sistema de sonido Bang & Olufsen Sound es de serie, aunque este último es opcional sin sobreprecio en el caso de que te decantes por el Audi R8 V10 Plus. Es lógico porque hace que el peso del conjunto aumente ligeramente. Su calidad de sonido es excelente, aunque yo prefiero escuchar el sonido del V10 cuando sube de vueltas.
Los asientos de serie son cómodos y disponen de calefacción interna de serie en todas las versiones, excepto el V8 Coupé. Opcionalmente están los baquet más deportivos por 3.825 euros, pero si no quieres o no necesitas tanta sujeción lateral, mejor quedarte con los de serie.
Por supuesto, llevan todo tipo de reglajes eléctricos para conseguir una posición cómoda que te permita sacar todo el partido al potencial del coche. También tienen regulación eléctrica del apoyo lumbar de serie. Vienen forrados en una combinación entre alcántara y cuero, que podrás elegir en cuatro tonalidades distintas sin sobreprecio.
Si en cambio eres de los que te gusta el cuero y no puedes vivir sin él, dispondrás por 3.955 euros del cuero napa fina en infinidad de colores. ¿Te gustan las costuras en forma de rombos que luce el coche de la prueba? Pues para tenerlo tendrás que pagar los 5.645 euros que cuesta el interior completo en cuero napa fina con costuras romboidales. La sensación de calidad visual del interior mejora mucho con esa opción.
Si con todo esto no has encontrado ese toque del tapizado que encaja con el PH de tu piel, tienes la opción de hablar con Audi Exclusive que por 7.780 euros te tapiza el coche casi con lo que se te ocurra.
El carbono que no falte...a base de talonario
Si os habéis fijado bien en las fotos, el interior del Audi R8 V10 S-Tronic luce carbono por todas partes. El preciado material forma parte del equipamiento opcional. Para tener toda la consola central y las molduras de las puertas revestidas en carbono, tendrás que pagar los 2.635 euros que cuesta el paquete monoposto en Carbono Sigma.
Si lo eliges para el interior, lo lógico es que hagas lo mismo para el compartimento del motor, situado detrás de tu espalda y que permite ver el motor desde el exterior. Es como un escaparate al que todo el mundo se acerca. Todos quieren ver qué se esconde en la trasera del Audi R8 V10, y más cuando se encienden las luces LED que iluminan ese espacio.
Así pues, si quieres que luzca mejor y ahorrarte algunos kilos de peso puedes optar por el compartimento del motor en carbono Sigma por 4.180 euros. Con él toda la cubierta, los laterales del compartimento motor y la tapa del filtro de aire estarán acabados en carbono.
Personalmente la combinación entre carbono y alcántara me encanta. Si algún día tengo dinero suficiente, encargaré un retrete en carbono y alcántara para mi casa. Mientras tanto, elegir el revestimiento interior del techo en alcántara cuesta 1.715 euros y mejora mucho el ambiente del coche.
Si te ha gustado tanto el alcántara que no puedes dejar de verlo, tienes disponible por 2.175 euros el revestimiento interior del maletero en alcántara firmado por Audi Exclusive. Perfecto para que las bolsas de Louis Vuitton no se rayen cuando vas rápido y van pegando bandazos en el maletero delantero.
De serie son también la conexión bluetooth, el control automático de la velocidad Tempomat o los retrovisores exteriores e interior con sistema anti deslumbramiento automático.
Eso si, si quieres conectar alguno de tus reproductores portátiles multimedia como el iPad o el iPhone y dispositivos de almacenamiento USB, deberás gastarte 325 euros que es lo que cuesta el Audi music interface.
De serie lleva sensores de aparcamiento acústicos, pero por 250 euros más puedes elegir el sistema Audi parking system plus con indicaciones en pantalla, aunque yo recomiendo por las dimensiones del coche y por la poca visibilidad de la parte trasera el Audi parking system advanced con cámara trasera por 950 euros.
Por lo demás, hay opciones interesantes como el asistente de luces de carretera que automáticamente pondrá las largas o cortas por solo 180 euros. Así no tendrás que estar pendiente de cambiarlas tu y podrás concentrarte únicamente en exprimirlo hasta los 314 km/h de velocidad punta que alcanza.
El nivel de personalización que ofrece Audi es interminable. Solo voy a contaros un detalle para no aburriros con infinitas opciones. Las alfombrillas con inscripción R8 cuestan 605 euros. ¿Las compramos?
Carbono y cerámica para detener a esta bestia
Como es lógico en un superdeportivo de este calibre, el equipo de frenos puede llegar a sufrir mucho cuando usas el coche en circuito o en una carretera de curvas rápidas. Las frenadas a alta velocidad serán más habituales de lo que esperas, de ahí que en opción Audi ofrezca un sistema de frenos muy potente.
De serie trae pinzas fijas de aluminio de ocho pistones en el eje delantero y de cuatro en el eje trasero. Los discos wave con un contorno irregular (como en las motos de enduro), permiten ahorrar 2 kilos de peso y mejorar la refrigeración. Pero si vas a rodar en circuito, necesitas cerámica.
El equipo de discos de freno fabricados en cerámica reforzada con fibra de carbono (son de serie en el R8 V10 plus) y opcionales por la nada despreciable cifra de 11.630 euros en el V10 normal. Se identifican porque las pinzas se han pintado en gris antracita.
Cuando pones esa cantidad de dinero, los discos de diseño wave de serie desaparecen y en su lugar se montan estos gigantescos discos de 380 mm de diámetro con pinzas monobloque de seis pistones en el eje delantero, y en el trasero discos de 356 mm de diagonal con pinzas de cuatro pistones.
Su precio es muy alto, ya que con sus 11.630 euros son la opción más cara de todas las disponibles para el R8. Pero una vez más se vuelven a hacer imprescindibles si tienes intención de usar el coche en circuito y no llevarte sustos cuando a final de recta no tengas el tacto que esperabas.
Por eso has optado por el V10 y lo has cargado de fibra de carbono. Además con los frenos carbono cerámicos ahorras 12 kilos respecto al sistema de frenos normal. ¿Estás ya convencido de que los necesitas?
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