¿Y si no te quiero para toda la vida? ¿Y si solo quiero probar y a ver qué pasa? Esta premisa presente en el inicio de muchas relaciones sentimentales, también se puede aplicar a la compra de un coche. Por suerte, cada vez existen más maneras de adquirir un modelo que no implican un compromiso permanente.
Tradicionalmente el acceso a un vehículo se traducía a que se dieran determinadas circunstancias personales y profesionales. Pues bien, esta idea ha evolucionado al mismo ritmo que la propia movilidad y las necesidades de los conductores.
Circunstancias cambiantes requieren soluciones solventes
Vivimos en una época curiosa. Experimentamos una revolución tecnológica única y con un potencial de bienestar social sin precedentes y, al mismo tiempo, se respira un ambiente de transición y de circunstancias cambiantes.
Un ejemplo muy ilustrativo lo tenemos con el incremento de las mudanzas en España. Tras la pandemia y con el auge del teletrabajo los cambios de residencia se incrementaron en un 40%. No es casual que esto también coincida con un profundo proceso de digitalización.
Aunque este es terreno complejo que la sociología lleva mucho investigando, podemos afirmar que, en general, la irrupción de tantas tecnologías (las IAs son las últimas en llegar) está brindando una mayor libertad de movimientos.
¿Influye este contexto a la hora de pensar en adquirir o elegir un modelo determinado? Por supuesto. Hace unas décadas contábamos con la idea de que ciertas situaciones que nos rodean no iban a alterarse e iban a mantenerse durante largos periodos de tiempo. Solo hay que ver cómo ha cambiado en décadas el mercado laboral. Hoy no contamos con esas certezas.
Si nos concentramos en la movilidad, se puede observar cómo están afectando las zonas de bajas emisiones (ZBE) a la compra de determinados tipos de vehículos en función del distintivo de la DGT; o cómo el rápido devenir de los avances en la automoción hace que muchos sistemas de infoentretenimiento que hace tan solo unos años eran el último grito innovativo, hoy se queden obsoletos.
¿Cómo afrontar ese cambio? Flexibilización
Ante este panorama, no es de extrañar que la forma de acceder a un vehículo se haya diversificado. En el mercado conviven diferentes maneras que permiten simplificar y aligerar el peso (no solo material, sino también mental) que supone comprar un coche.
Muchos fabricantes, muy conscientes de ese contexto variable en el que se mueven hoy las personas, han tomado la iniciativa y, en lugar de que los conductores se adapten a ellos, han dado con modos para conseguir que sea a la inversa. Es decir, adaptar la oferta a la demanda para ayudar al conductor.
Entre todas las fórmulas que encontramos hoy en el mercado, destacan algunas como SEAT Flex. El fabricante español ha aplicado la máxima de la flexibilización a la hora de ofertar toda su gama.
El nuevo e innovador modelo de compra de SEAT concede un alto nivel de libertad para acceder a un coche nuevo, y en propiedad, con grandes posibilidades de personalización y fáciles de asumir para conductores que, por sus circunstancias personales, no estén en ese momento en el que necesiten o quieran optar por un coche para toda una década.
¿Qué ventajas aporta decantarse por un modelo de compra flexibilizado?
Las ventajas de optar por una fórmula de adquisición flexibilizada como la de SEAT Flex van más allá del "qué haré con el coche dentro de un par de años". De hecho, el primero de esos beneficios consiste en ni siquiera tener que plantearnos esta pregunta. Ya la resolveremos cuando llegue el momento.
Aparte de ello, ¿de qué condiciones nos beneficiamos mediante la flexibilización de la adquisición?
1) Acceso a modelos a estrenar que cumplan con nuestras necesidades
Salvo excepciones, el aroma a nuevo de un coche recién salido del horno es inconfundible y, para muchos conductores, hasta adictivo. Penetra en nuestro subconsciente y no es de extrañar que acabemos relacionándolo a un nivel emocional con la propia experiencia de conducción.
No hace tanto ese aroma a nuevo no era sencillo que se repitiera en exceso a lo largo de nuestra vida. Este pequeño detalle ha cambiado con la flexibilización.
Si tomamos como referencia el programa SEAT Flex, contamos con un periodo amplio que va desde los 12 a los 60 meses. Durante este tiempo, el coche es de nuestra propiedad.
Cuando llegue el momento final que hayamos marcado en el contrato, podremos decidir si nos lo quedamos pagando una cuota final, si preferimos cambiar de coche o si lo devolvemos sin más y sin ningún compromiso.
Existe, además, otra ventaja básica relacionada con la flexibilización y asociada a nuestras circunstancias personales. Puede que necesitemos un modelo más amplio dentro del segmento SUV porque la familia vaya a crecer; o puede que necesitemos una solución temporal de movilidad, como una moto para surcar ágilmente la ciudad. En ese sentido, SEAT Flex se extiende a toda la gama y segmentos del fabricante, estando incluso disponible la moto 100% eléctrica SEAT MÓ 125.
2) Personalización de los pagos
La flexibilidad también se extiende al modo en que accedemos al vehículo y la manera en la que vamos pagando por él. Bajo estas modalidades y según las condiciones de la financiación, no tenemos que desembolsar una gran cantidad de dinero para empezar a disfrutar del vehículo.
Si por algo se caracteriza SEAT Flex, es por ofrece una gran variedad de opciones para acceder a los vehículos, con variables que dependen del comprador, como la posibilidad de pagar o no entrada; y del número de kilómetros (entre 10.000 y 40.000 kilómetros); junto al periodo para el que necesitemos o queramos disponer de la propiedad del vehículo.
Así, tenemos el ejemplo del SEAT Ateca, en su versión con propulsor 1.0 TSI 110CV y acabado REFERENCE XM, que está disponible por 180 euros al mes durante un período de 36 meses y pagando una entrada de 5.688 euros; o sin entrada por 345 euros al mes; todo calculado dentro de un rango de 10.000 kilómetros al año.
3) Despreocupación de los gastos asociados al mantenimiento y garantías
Muy relacionado con lo anterior está la preocupación por saber cuándo acabará la vida útil del vehículo, qué pasa si sufro una avería grave y el resto de incertidumbres que esto genera. Con fórmulas de adquisición como la de SEAT Flex nos despreocupamos por el aspecto mecánico porque incluyen el mantenimiento y la garantía durante la duración del contrato elegido.
Nos permite ir superando años y decenas de miles de kilómetros sin más problemas que los asociados al desgaste, al paso del tiempo y los números del odómetro. Es similar a someter al vehículo a un periodo de prueba por nuestra parte.
El mantenimiento implica una partida económica que tener muy en cuenta. Un estudio de 2017 llevado a cabo por la red EuroTaller a nivel nacional desveló que, de media, los españoles nos gastamos ese año 616,24 euros en mantenimientos.
4) Disfrutar de las últimas prestaciones y tecnologías
El hecho de poder estrenar vehículo presenta otra derivada. Podremos disfrutar de las últimas prestaciones que ofrece el mercado sin la preocupación quedarnos colgados en el tiempo porque, al ritmo que avanza la tecnología, nos quedemos anticuados.
El factor tecnológico comienza con los más modernos tipos de propulsión térmica y eléctrica que ofrece la gama de SEAT, como las variantes híbridas enchufables del SEAT León e-HYBRID y el SEAT Tarraco e-HYBRID. Además, esto implica beneficiarnos de las etiquetas medioambientales, de la CERO, en el caso de los dos modelos anteriores; o de la ECO que ostentan modelos micro híbridos como el SEAT León eTSI. Significa, al mismo tiempo, que podremos acceder a las ZBE sin restricciones.
Además de ello, la flexibilización de la compra otorga la posibilidad de sumarnos a tendencias atractivas, como la digitalización de la instrumentación que en SEAT se materializa con su Digital Cockpit de 10,25 pulgadas; todos los sistemas ADAS de asistencia y seguridad de última generación; o, simplemente, la posibilidad de gozar de las últimas generaciones de propulsores con mejores rendimientos y más eficientes en el consumo.
Todo estos detalles terminan por inclinar la balanza a nuestro favor, y más si estamos ante uno de esos períodos de nuestras vidas en los que no buscamos un compromiso que nos ate durante años, sino una solución de movilidad para responder a necesidades que van evolucionando.
Imágenes | SEAT, Freepik/alexeyzhilkin, Freepik/sevnipetro