Ya lo decía Maté Rimac hace unos meses para explicar la tímida acogida de su superdeportivo eléctrico, el Rimac Nevera. “La gente rica quiere coches de gasolina”. Porsche habría llegado a la misma conclusión y se está replanteando su estrategia de coches eléctricos, con la posibilidad de que los futuros modelos eléctricos de la marca cuenten también con versiones equipadas con motores de gasolina.
La noticia se desprende del último informe para inversores de Porsche del tercer trimestre, en el que la marca alemana señala que la demanda de vehículos eléctricos se había reducido en estos meses, mientras que “la demanda de vehículos con transmisiones convencionales e híbridas aumentó”.
Eléctricos con versiones híbridas
En una reciente conferencia para accionistas, el director financiero de Porsche, Lutz Meschke, reconoció que la demanda de coches con motores de combustión interna en los segmentos premium y de lujo no disminuye, llegando incluso a sugerir que los planes de Porsche para mantener esa opción abierta a los clientes van más allá de las expectativas iniciales.
Porsche había anunciado anteriormente que aspiraba a realizar el 80% de sus ventas con coches eléctricos en 2030. El pasado mes de julio, desde la marca reconocieron que ya no sería el caso. Porsche tiene la capacidad de lograrlo, pero sólo si hay demanda, lógicamente. El problema es que no parece que la demanda de coches eléctricos de lujo se vaya a disparar exponencialmente en apenas cinco años para alcanzar un 80% de ventas eléctricas.
Meschke señaló además que Porsche dispone de una gran flexibilidad en Zuffenhausen para fabricar diferentes tipos de propulsores en la cadena de producción, lo que hace menos difícil una gama mixta. Es posible que se adopte un enfoque similar en el desarrollo de los próximos modelos.
“En cuanto a investigación y desarrollo, en los próximos años habrá más flexibilidad”, afirmó Meschke. “Desarrollaremos nuevos derivados con motor de combustión de coches electrificados para dar la respuesta adecuada a la demanda de los clientes”.
Y Meschke añadió: "Podemos producir coches con motor de combustión, híbridos enchufables y electrificados en una sola línea de producción en Leipzig".
Esto no significa que los nuevos Porsche 718 Cayman y Boxster eléctricos vayan a contar con una versión híbrida de gasolina. La inversión y el desarrollo ya están hechos, y es poco probable que a pocos meses de su presentación, la cosa cambie.
En cuanto al nuevo Macan 100% eléctrico, tampoco parece probable que Porsche desarrolle una versión híbrida sobre la plataforma Premium Platform Electric (PPE) compartida con Audi.
Sin embargo, la arquitectura eléctrica de esa plataforma fue aprovechada por el Grupo Volkswagen para crear la plataforma Premium Platform Combustion (PPC), la cual está adaptada para recibir motores de gasolina y crear así híbridos. En caso de que las ventas del Macan eléctrico resulten estar muy debajo de lo esperado, es posible que se planteen desarrollar un modelo de gasolina sobre la arquitectura PPC.
Otro vehículo que Porsche concibió como eléctrico, pero que la marca podría reconsiderar dotarlo de una versión híbrida enchufable es el SUV K1, previsto para 2028. El calendario y las dimensiones probables del K1 de tres filas de asientos, un modelo más grande que el Cayenne, sugieren que tiene más posibilidades de adaptarse a la propulsión híbrida.
Por otra parte, de las declaraciones de Meschke se podría interpretar que los futuros Cayenne y Panamera podrían seguir con los motores de combustión interna en forma de híbridos enchufables PHEV hasta bien entrada la próxima década.
