Hacía tiempo que el exdirectivo de Nissan y célebre fugitivo, Carlos Ghosn, no acudía a los medios para defender su versión de lo que es ya un culebrón en la esfera automotriz (y un bochorno para el Gobierno japonés).
En una entrevista a la BBC, Ghosn ha hablado del trago que supuso salir del país metido en una caja para transportar instrumentos musicales o sistemas de audio para llegar a su tierra natal, Líbano. Y es que por aquella época había muchos conciertos en Japón y aparentemente fue fácil.
Le sonó la flauta
"Los 30 minutos de espera en la caja del avión, esperando que despegara, fue probablemente la espera más larga que he experimentado en mi vida", ha reconocido el exdirectivo de Renault a la cadena británica.
En total, Ghosn ha reconocido que estuvo en la caja alrededor de una hora y media, aunque sintió que duró "un año y medio".
WSJ has obtained a photo of the audio-equipment case used by Carlos Ghosn to sneak out of Japan. The case has holes drilled in the bottom so Ghosn could breathe. Amazing find by @gauthiervillars https://t.co/XK4sf5x6Dy pic.twitter.com/DcuvsiFXDg
— Mark Maremont (@MarkMaremont) January 4, 2020
Y es que todo suena a guión de película: "Cuando entras en la caja, no piensas en el pasado, no piensas en el futuro, solo piensas en el momento".
En el momento de la fuga, hace dos años, Ghosn se encontraba en libertad bajo fianza en Japón y estaba acusado de mala conducta financiera y apropiación indebida de los activos de la compañía para su beneficio personal.
Fue arrestado en noviembre de 2018, cuando aún era jefe de Renault, Nissan y una alianza a tres bandas entre los fabricantes de automóviles y Mitsubishi.
Según él, la privación de libertad y las duras condiciones impuestas por el sistema judicial nipón provocaron la espectacular huida, cuyo éxito se basó en un minucioso plan con multitud de cómplices de diferentes países, incluso milicianos.
Desde Tokio, Ghosn viajó en tren bala a Osaka, donde un jet privado esperaba en el aeropuerto local para partir. Pero antes la caja le estaba esperando en un hotel cercano.
"El plan era que no podía mostrar mi rostro, así que tenía que estar escondido en algún lugar", ha declarado para la BBC. "Y la única forma en que podía esconderme [era] estar en una caja o en un equipaje para que nadie pudiera verme, nadie pudiera reconocerme y el plan pudiera funcionar".
¿Y por qué se eligió una gran caja destinada a almacenar instrumentos musicales? Básicamente, según ha explicado el prófugo, porque por entonces había muchos conciertos en Japón, y pasaría desapercibido.
Y vaya si lo hizo.
Dos personas vestidas de músicos -que ahora se enfrentan a casi tres años de prisión- transportaron a Ghosn en el interior de la caja desde el hotel de Osaka al aeropuerto, donde sorprendentemente nadie registró el objeto de grandes dimensiones que llevaban.
Haciendo escala el Turquía, el empresario aterrizó por fin en Beirut, donde no hay tratado de extradición con Japón. No obstante, el país no le permite abandonar el territorio tras una orden de la Interpol, por lo que permanece desde entonces allí, dando forma a su defensa.
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