Ya os adelantamos en qué consiste el concurso Quiero ser piloto en sus variantes turismo, 4x4 y moto. Os vamos a detallar la que parece la más jugosa experiencia para todos, la de turismo, pues el premio consiste en competir en los 500 kilómetros del Jarama a bordo de un Porsche Boxster, y lo hemos catado.
Tuvimos la oportunidad de probarlo junto a otros bloggers. La idea era sencilla, un par de vueltas de copiloto para familiarizarnos con el trazado y otras dos conduciendo, con el instructor siempre a nuestro lado. Los Boxster son de competición, de modo que comodidades cero: baquets, barras antivuelco, volante de carreras…
Enfundado en mono y casco de competición y con un Sol de justicia comenzó mi pequeña aventura. El trazado madrileño me es familiar ya que había tenido otros eventos ahí, una vez me limitó el instructor, la otra las inclemencias del tiempo; era el momento de mi desquite. Las vueltas de copiloto se me pasaron rápido, esperaba mi momento.
De vuelta en pit, me coloqué en el asiento del conductor. La regulación era nula, de modo que me acomodé como buenamente pude, habría agradecido ser 2-3 centímetros más alto. Más de 230 CV, tracción trasera y ausencia de ayudas, el “bicho” pide respeto si quieres jugar duro con él. Y pensaba ir a por todas, como buen apasionado del motor.
En los primeros giros no hubo problema, el Boxster se comporta bien, pero hay que contar con el más que probable sobreviraje al ser un modelo de propulsión. Fui cogiendo confianza y apurando las revoluciones en 3ª y 4ª velocidad (dispone de 5). La adrenalina me empezó a chorrear, el ruido a hacerse más intenso, el soplo del aire más fuerte… Emoción.
Al no haber concesión alguna al confort, cada china que pisa el coche la notas en el culo, percibes cómo se retuerce el chasis en los giros y aceleraciones, sientes que el coche te está hablando. Cuando las revoluciones se acercan a la zona roja te invade la emoción, pero hay que subir de marcha. La velocidad andaba entre 100 y 180 Km/h, el Jarama no es un circuito muy rápido. En la recta se pueden alcanzar los 200 y poco, no hay sitio para poner el Boxster a máxima velocidad.
El instructor se percató de que iba muy alegre y comenzó a hacerme gestos de ir más despacito. La cosa parecía ir bien, hasta que entré en la curva Bugatti, calculo que a unos 180 Km/h, con el coche un poco mal colocado. Es un descenso en curva a la izquierda y perdí el control al pirarse de atrás. No pasó nada ya que el trompo de 180º fue todo sobre la pista y no había más coches: un minisusto.
Una vez reanudada la vuelta fui más prudente, subestimé la propulsión del Boxster. Hay que tener mucho cuidado en cómo se frena y al colocar el coche en determinadas curvas, a menos velocidad daría igual, pero a ritmo próximo al de competición se nota mucho. Aprendí del error, la siguiente vuelta fue completamente limpia, arriesgué menos. El Pit Trough que se me impuso ayudó lo suyo.
Tras eso, di una vuelta con Ángel de Castro, 7 veces campeón de España de GT, el responsable de formar al equipo que competirá en los 500 Km. Fue todo un golpe de autoridad, sobre todo en una máquina como un 911 GT3 RSR, con medio millar de jacos. Para llevarlo al límite hay que estar hecho de una pasta especial, y me considero excluido.
Como no era la primera vez que hacía una hotlap no me dio miedo, pero sí me emocionó, disfruté de lo lindo, aunque como conductor pasase a considerarme un cero a la izquierda (temporalmente). El “jefe” es uno de los mejores preparadores que puede tener el equipo. Hasta la primera curva parecía que iba a ir despacito, pero luego le dio zapatilla y disfruté del baile.
Despues de haber ido con Luis Villamil en el Hyundai Coupé V6 de la edición pasada, la diferencia está más clara que el agua mineral y eso que la potencia es casi la misma. El reto este año es superior a nivel técnico, aunque sea la mitad de distancia a recorrer. Los aspirantes necesitan tener lo que hay que tener para dominar el Boxster durante la prueba de resistencia.
Dinámicamente es estupendo, muy preciso en el tacto, sonido deportivo y violento, sin descafeinar, rudo y salvaje. Honestamente me quedo con el Boxster de calle, sin perder apenas tacto racing el coche es mucho más llevadero y cómodo, el adelgazamiento se nota mucho.
Suerte para todos, pero sólo 2 estarán en Diciembre en el equipo Drivex.
Vídeo | ZappInternet
En Motorpasión | ¿Quieres ser piloto?