En Estados Unidos Tesla Motors ya ha empezado a mostrar una versión beta, previa a la versión definitiva de producción, del Tesla Model S, la berlina deportiva eléctrica de siete plazas y 4,97 m de largo, del fabricante norteamericano. Hay un gran cambio en el aspecto interior del coche debido a un salpicadero de diseño muy diferente al del prototipo inicial.
El salpicadero anterior del Tesla Model S era más redondeado y austero, aunque ya presentaba las dos pantallas. Una que es el propio cuadro de instrumentos en sí, y otra de 17 pulgadas, colocada en vertical, en color y táctil, que ocupa toda la consola central, y suple todas las funciones de climatizador, navegador GPS, radio, teléfono, etc.
El nuevo salpicadero cambia totalmente, con líneas más rectas, dos tonos de cuero, revestimiento en madera, pero eso sí, las dos pantallas. La pantalla de la consola central, lamento decirlo, me parece un poco desproporcionada, demasiado grande, con reflejos, y excesivo protagonismo en el salpicadero.
Esta pantalla es multitáctil, y tiene un sistema operativo basado en Linux. Funciona casi imprescindiblemente conectada a Internet, para recibir mapas de Google, o escuchar radio por la red (además de la radio convencional). También incluye explorador de Internet con HTML 5. La franja inferior de la pantalla siempre estará ocupada por los botones del climatizador.
Hace apenas unos días Tesla reunía a periodistas y clientes con reserva del Model S para mostrarles el coche y darles una vuelta en él, en la factoría de la marca en Fremont (California). Además del paseo de menos de cinco minutos, también se les mostró la nueva planta de producción, que también tiene un pequeño circuito de pruebas, y que antiguamente fue de Toyota.
A día de hoy son 180 los trabajadores de la planta, pero para 2013 esperan llegar hasta los 1.000 trabajadores, fabricando carrocerías, trenes de rodaje, transmisiones y motores. El evento fue principalmente la demostración de la marca de qué había hecho con todo el dinero que había recibido y que está avanzando despacio, pero sin pausa, en la fabricación de los coches, que empezarán a entregarse a mediados del próximo año.
De la prueba poco se puede decir, los afortunados dicen que la suspensión neumática apenas deja balancear la carrocería, es muy estable, la marcha es muy muy silenciosa, el interior es muy refinado, y la aceleración, sobre todo en los primeros metros, es muy contundente, lo cual no es de extrañar cuando la aceleración de 0 a 100 km/h son 5,6 s y hablamos de coches que arrancan en 57.400 dólares, aunque según versiones puede llegar a los 77.000, antes de descontar ayudas del Estado (que al cambio son unos 43.000 a 57.500 euros).
Vía | Autoblog
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