La crisis que está atravesando el Grupo Volkswagen hace que el fabricante se plantee soluciones inéditas, especialmente para el primer fabricante de Europa y el segundo fabricante mundial: fabricar coches para terceros.
El Grupo Volkswagen pondría así una de sus fábricas más grandes a producir coches de marcas rivales del grupo, según fuentes de Bloomberg. Es sólo una propuesta barajada por la dirección del grupo en las negociaciones con los sindicatos para evitar el cierre de una factoría que emplea casi a 9.000 personas.
Entre la espada y la pared: demasiadas factorías y poco coche que fabricar
El Grupo Volkswagen y los sindicatos discuten cómo reestructurar el mayor fabricante de automóviles de Europa. Después de confirmar el cierre de la fábrica Audi de Bruselas, a pesar de la pelea de los sindicatos, Volkswagen asegura que necesita cerrar factorías también en Alemania, lo nunca visto desde el nacimiento de Volkswagen sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial.
Según el comité de empresa del fabricante, la dirección tiene como objetivo realizar recortes globales por valor de 17.000 millones de euros, de los que la bajada de los salarios y congelación de las primas sería una pequeña parte. La empresa está sopesando medidas mucho más radicales que las que los sindicatos están dispuestos a aceptar, como el cierre o la venta de varias fábricas en Alemania.
Las plantas actualmente en la cuerda floja serían las de Emden (8.900 empleados), la de Osnabrück (2.300 empleados) y la de Dresden (340 operarios). Esto son más de 11.500 puestos de trabajo amenazados. En Alemania, el grupo tiene más de 290.000 empleados, el 43% de su plantilla mundial. Así, cerrar aunque solo sea una factoría en suelo alemán puede ser algo traumático
Para la dirección del grupo y los analistas, el problema no es el producto sino los costes demasiados altos en Alemania que soporta el grupo. La energía es más cara que en la mayoría de países y los costes salariales del grupo son un 25% superiores a la media de Alemania y, con una media de 62 euros la hora en 2023, son los más altos de la industria del automóvil a nivel mundial. En Francia, el coste laboral en la industria es de 47 euros la hora y en España, de 29 euros la hora.
El Grupo Volkswagen está en una posición delicada en la que no tiene la flexibilidad que tienen el resto de fabricantes por su propia estructura interna. Los representantes de los trabajadores ocupan la mitad de los puestos del consejo de supervisión de la empresa, mientras que el estado de Baja Sajonia, donde se encuentran las fábricas de Osnabrück y Emden, tiene otros dos puestos.
“La dirección ha propuesto vender las plantas de Osnabrück y Dresde, según personas familiarizadas con el asunto. Volkswagen también está considerando la posibilidad de utilizar su planta de Emden para la fabricación para terceros, dijeron las personas, que pidieron no ser nombradas porque las negociaciones son privadas”, explican desde el portal económico.
Osnabrück fue una factoría heredada del desaparecido carrocero Karmann, que actualmente fábrica el Volkswagen T-Roc Cabrio y los últimos Porsche 718 Boxster y 718 Cayman destinados a Estados Unidos y Canadá, pues en Europa ya no se venden. Más allá de 2026, la factoría no tiene ningún modelo asignado.
En cuanto a la de Dresde, más que una fábrica ha sido un curioso ejercicio de marketing, pues se trata de la Gläserne Manufaktur, la fábrica de vidrio. Después de fabricar a un ritmo muy lento el Volkswagen Phaeton, una super berlina de lujo deficitaria y cuyo único propósito era compartir gastos con Bentley y Audi para que la recién adquirida marca inglesa no cargarse con todo el coste de desarrollo de su nueva plataforma. Ahora con sólo 340 empleados, fabricar unas pocas unidades al mes del Volkswagen ID.3.
En cuanto a Emden, es sin duda la factoría que más le cuesta al grupo. Los 8.900 empleados de Emden producen los Volkswagen ID.4 e ID.5 así como el nuevo ID.7, todos son modelos eléctricos. Esta factoría tiene una capacidad de hasta 300.000 coches al año y prevé fabricar 140.000 coches en 2024. Con tres modelos diferentes, es menos del 50% de su capacidad. Y una fábrica de automóviles es rentable cuando funciona a más del 80% de su capacidad.
Sin duda los sindicatos no aceptarán el cierre de esta fábrica, pues supondría casi 9.000 personas sin empleo. De ahí que la propia dirección del fabricante haya propuesto abrir sus líneas de montaje a terceros. Y estos terceros podrían ser incluso marcas rivales. Eso sí, de ahí a pensar que Volkswagen se pondrá a fabricar coches chinos para Europa hay un trecho que no cruzaremos.
En todo caso, la realidad es que Volkswagen comunicó el mes pasado su trimestre menos rentable en años, lo que refuerza los argumentos de la dirección para tomar medidas drásticas.
El objetivo de Oliver Blume, el CEO del grupo alemán, de arreglar Volkswagen se ha hecho más urgente a medida que las marcas premium del grupo, Porsche y Audi, se enfrentan a dificultades cada vez mayores, con problemas en la cadena de suministro, retrasos en los modelos y una enorme ralentización de la demanda de estos coches de lujo en China, que merman sus beneficios.
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