Seas un motero de rutas de fin de semana, en donde sales a hacer curvas por las retorcidas carreteras comarcales de tu provincia; o un usuario diario que va en moto haga frío o calor, huyendo de la comodidad desesperante de los atascos; o mueles tus huesos devorando millas por carreteras nacionales o autopistas, siendo el destino solo una etapa en el camino.
En todos los casos debes de tomar una decisión importante para el correcto desempeño de tu motocicleta. Y la debes tomar de forma cíclica cada pocos miles de kilómetros: ¿qué ruedas montar?.
Agarre, agilidad y duración
Cuando llego a los avisadores de mis neumáticos, y tengo que preparar la sustitución de las gomas, lo primero en que me fijo es en las novedades del mercado. Ya que la evolución en la última década ha sido espectacular. Entre aquellas Macadam 100, que llevaba en la ZZR600 y que eran de "madera", y las nuevas Dunlop RoadSmart II, hay todo un mundo.
En estos tiempos, en que 100cv es una potencia bastante normal, el agarre se ha convertido en el valor principal al buscar el modelo adecuado a mi montura. Es crítico al inclinar, en tracción cuando acelero, y en la frenada. Lo cual implica que es necesario que coja temperatura de forma rápida y que mantenga las mejores prestaciones en condiciones frías y/o en mojado.
Otro criterio es la agilidad. La mayor ventaja de la motocicleta es su movilidad tanto en ciudad como en carretera. Por lo cual debe ser fácil de mover, de cambiar de dirección o de inclinar. ¿Cuánto de ágil? Pues depende de las necesidades de tu conducción. Pero incluso llevando más de un tercio de tonelada bajo el asiento, todos esperamos no tener apuros para negociar unas curvas en "S" o manejarnos por la ciudad.
Cerrando el circulo, y no por eso menos importante, la duración. Debemos tener cuenta que llevamos "gomas" que en los vehículos de cuatro ruedas serían casi de competición. Por lo cual su coste es elevado y la duración de las mismas y los kilómetros entre cada sustitución, puede ser en un factor determinante en la elección final.
A todo esto, hay añadirle conceptos tan sutiles y personales como son las sensaciones que nos transmite, la confianza y el "feeling".
Así, juntando los valores cualitativos y cuantitativos a los que me estoy refiriendo, es como se puede tener la seguridad de acertar con los neumáticos sobre los que vamos a disfrutar la conducción de nuestra moto.
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