Lentamente el gigante metálico se acerca a la pista de aterrizaje, los boguéis de las ruedas están abiertos y el tren de neumáticos cortan el aire. El A400 es el último reto tecnológico de EADS, un avanzado transporte militar nacido y construido en Sevilla.
En el momento de tocar la pista, las ruedas pasan desde 0 a una velocidad de giro de más de 200 km/h de forma casi instantánea, mientras soportan un peso total de más de 120 toneladas – si fuera un gigantesco Boeing 747-400 incluso superaría los 280 mil kilogramos– sin más queja que una nube de humo blanco.
La prueba de hoy es aún más extrema y no se utilizan las reversas de los motores si no que se reduce la velocidad solamente con los frenos, llevando al rojo vivo a los discos de frenos y siendo tan extrema la tensión en los neumáticos que se desinflan de la forma controlada con los que han sido diseñados.
Dunlop Aircraft tiene una larga historia desde los inicios de la aviación proveyendo de neumáticos de alta tecnología y seguridad desde los antiguos biplanos de principios del siglo pasado hasta una amplia gama de aeronaves civiles y militares a reacción en la actualidad.
Pero también han sido los diseñadores que han permitido obtener records tan sorprendentes como el del Thrust SSC, rompiendo la barrera del sonido a ras del suelo utilizando unas ruedas de aluminio sólido especialmente diseñadas y construidas por Dunlop Aircraft.
Tecnología de un neumático de aviación
Los neumáticos aeronáuticos se dividen en dos tecnologías distintas, diagonales (también conocidos como BIAS o como cross ply) y radiales, similar a las utilizadas en automoción. Ambas tecnologías son significativamente diferentes entre sí y ambas ofrecen características y beneficios que se ajustan a las aplicaciones particulares de cada operador.
La estructura básica está compuesta de tres materiales: caucho, cordón de Nylon y acero, todos ellos unidos por medio de un proceso de vulcanizado.
El neumático diagonal se compone de capas de revestimiento en diagonal que forman entre sí un ángulo aproximado a los 90º. El número de capas y los ángulos que forman entre ellas, es lo que va a dictar la fuerza y capacidad de carga. Los últimos neumáticos de alto rendimiento de este tipo cuentan entre la banda de rodadura tela de refuerzo (ITF). Esto proporciona estabilidad a alta velocidad, reduce la distorsión de la banda de rodamiento bajo carga, protege las capas de revestimiento del daño y pueden actuar como indicadores de desgaste en los neumáticos recauchutables.
Los neumáticos diagonales son los más instalados en las flotas aéreas en todo el mundo.
Los neumáticos radiales se diferencian en que las capas se disponen radialmente de talón a talón a unos 90° con respecto a la línea central del neumático. El resultado es en una banda de rodadura más plana y otorga más fuerza al neumático. Esta técnica de construcción puede ofrecer un peso más bajo, pero tienden a ser menos recauchutables y pueden exhibir debilidades en las paredes laterales.
Así que la próxima vez que aterrices en cualquier aeropuerto del mundo, y sientas la fuerte vibración que indica que el avión a tomado tierra, podrás estar plenamente seguro del excelente resultado de decenas de años de desarrollo tecnológico en neumáticos de aviación.
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