La competición de dos ruedas tiene un plus de espectacularidad con respecto a la de cuatro. Ya no solamente por la facilidad de observar adelantamientos, si no por la práctica seguridad de que va a haber caídas; que, en la mayoría de los casos, no van a ser de mayor importancia.
En un post anterior, le echamos un largo vistazo a perder la rueda delantera. En este capítulo de la serie, vamos a echar una mirada un poco más detenida a otra de las causas de caídas clásicas en competición, el salir por orejas o highside.
Las leyes de Newton tiene la culpa
Las leyes físicas de la inercia y la conservación del movimiento, nos indica que el mayor esfuerzo que tenemos que realizar para desplazar un objeto es cuando lo pasamos del estado de reposo al de movimiento. Una vez deslizándose, la energía para mantener el desplazamiento es menor que la necesaria para volver a detenerlo.
A esto debemos sumarle el rozamiento, que es la fuerza contraria al desplazamiento que se genera debido a las imperfecciones, mayormente microscópicas, entre las superficies en contacto. Y que podemos dividir en dos.
La fuerza de fricción dinámica, que se opone al movimiento de entre ambas superficies; y la estática que es la que se opone al movimiento inicial. Siendo, en los neumáticos de los vehículos modernos, la segunda muy superior a la primera.
Así tenemos que para que un vehículo empiece a derrapar se necesita mucha más energía que una vez que sus neumáticos están deslizando (la esencia del Drifting). Y que es el motivo por el que existe este tipo de caídas tan comunes en el motociclismo.
Estamos con la moto inclinada, retorcemos el puño y pasamos suficiente potencia al neumático como para que esté pierda adherencia en el contacto con el asfalto. Por lo cual, también pierde capacidad de agarre lateral y la zaga de la moto se desliza al exterior de la trayectoria. Cuanto más se desliza, más perpendicular está a la trayectoria y más potencia necesita para mantenerse deslizando.
A toda acción le corresponde siempre una reacción igual y de sentido contrario
Así, de golpe y bruscamente, la fricción desacelera el neumático por debajo del umbral de la resistencia dinámica y el neumático recupera todo el agarre de forma brusca, volviéndose a alinear con la trayectoria y expulsando al piloto hacia arriba. Si quieres investigar por qué este movimiento brusco genera este tipo de caídas, tendríamos que entrar en la complejas interacciones de los objetos según la Tercera ley de Newton.
Algún consejo para evitar lo inevitable
Ciertamente este tipo de caídas está, en la mayoría de los casos, limitadas a la competición. De hecho es imposible que ocurra en vehículos de cuatro ruedas ya que el perfil de la huella de sus neumáticos es totalmente plana, por lo cual el deslizamiento siempre mantiene el mismo eje, a diferencia que en las motocicletas. Además de tener tres puntos de apoyo que evitan el movimiento brusco que expulse al piloto.
Incluso es muy raro encontrar este tipo de caídas en motocicletas con neumáticos de calle, ya que las gomas “normales” están diseñadas para que el cambio de la fricción estática a la fricción dinámica sea lo menos brusco posible. A diferencia de los extremos neumáticos de competición, que agarran mucho, pero cuando deslizan siguen empujando pero la vuelta a la tracción normal es muy brusco.
Pero, llegado el caso, estas caídas son duras, tanto porque en la expulsión se puede llegar a coger bastante altura; porque el movimiento de expulsión es muy brusco por lo cual es muy difícil preparar la caída para absorber el golpe; porque la mayoría de los high-side se producen con velocidad, en plena aceleración aumentando el riesgo de lesionarse; y el que hay una posibilidad importante de ser arrollado por la propia moto ya que, comúnmente, se sale por encima de los manillares y se cae por delante del frontal.
Así, los consejos cuando te enfrentas con este problema en tu moto de calle son breves y concisos: * Escoger el neumático adecuado a nuestro nivel de conducción y las prestaciones de nuestro vehículo. Y tener un mantenimiento exquisito con las "gomas". * No pasarse con el puño. La prevención es la mejor arma. En ningún caso estamos compitiendo por unas decimas en nuestra conducción normal por carretera abierta, por lo cual no merece la pena jugarse los huesos. También es muy mala consejera la adrenalina o el querer dar el espectáculo frente al público. * En el caso de que sintamos que la zaga nos adelanta por estar girando en vacío la rueda posterior, intentar girar la dirección hacia donde está deslizando para que, cuando recuperes tracción, la moto esté lo más alineada posible. Y que el movimiento brusco no te descabalgue. * Debes soltar el acelerador, e incluso frenar con el pedal para intentar recuperar la tracción normal lo antes posible. Aunque a partir de cierto punto y cierta velocidad, puede incluso obtener el efecto contrario al esperado. * Por último, rezar todas las oraciones que sepas. Lo peor de este tipo de caída es que empieza de forma de un derrape inocente, que con cortar un poco no debería ir a más, pero a partir de un punto de límite es imposible evitar una dura caída.
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