Durante la tarde de ayer conocíamos que el Koenigsegg One:1 chasis número #107 se había estrellado en Nürburgring Nordschleife durante una fase de pruebas para el desarrollo de componentes para sus vehículos, tal y como asegura el propio fabricante, y no mientras buscaba el récord del circuito como han afirmado muchos medios. Ahora ya tenemos imágenes de cómo acabó el carísimo vehículo, que llego incluso a incendiarse tras el golpe.
Afortunadamente el piloto de este One:1 (uno de siete) se encuentra bien, aunque hubo de pasar por observación en el hospital como medida de precaución. El accidente tuvo lugar a alta velocidad un poco antes de Adenauer Forst, una de las curvas más traicioneras del circuito. El impacto fue tan brutal que el coche llegó a saltar el guardarraíl y acabó en pleno campo. Llegó rápido, sí.
Desde el fabricante sueco han asegurado que el coche será reconstruido -a pesar de su aspecto-, y es que se trata del segundo One:1 fabricado y el mismo coche que afrontó la colina de Goodwood en 2014 para disfrute de miles de aficionados. Y es que sus números son de auténtico infarto: 5.0 litros V8 biturbo, 1.361 CV, 1.371 Nm, 0-100 km/h en 2,8 segundos, 0-300 km/h en 11,92 segundos y una velocidad máxima teórica de 451 km/h. Ahí es nada.
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