Este fin de semana RM Sotheby´s lleva a cabo la subasta Auburn Fall en Indiana y entre los más de mil lotes que pasarán por el mazo y que incluyen desde neumáticos de carreras Dunlop hasta elementos decorativos de gasolineras antiguas, hemos encontrado a la bestia que protagoniza este post: un tremendo Dodge Viper SRT ACR de 2017 que pone la piel de gallina.
Personalizado con vinilo de color negro con franjas rojas, apela directamente a la nostalgia de los superdeportivos americanos más brutos de los años 2.000, con un motor V-10 de 8.4 litros bajo el capó. Apenas cuenta con 7.000 kilómetros en el odómetro y los expertos de la casa de subastas esperan que se paguen por él entre 150.000 y 185.000 euros.
El mejor de los venenos en un frasco exagerado
Como si el Viper estándar no fuera lo suficientemente agresivo, Dodge presentó la variante ACR (American Club Racer) por primera vez en el SEMA en 2014, aunque no llegó al mercado americano hasta meses después. Homologado para la vía pública pero diseñado para ser exprimido al máximo en cualquier circuito, este superdeportivo americano se fabricaba a mano en Conner Avenue, Detroit.
El increíble motor V10 de 8.4L de 645 CV y 813 Nm de aluminio era el mismo que se ofrecía en otras variantes del Viper, así como la transmisión manual Tremec de 6 velocidades, pero el apellido ACR indicaba que este modelo incluía ciertas mejoras y opciones enfocadas a aumentar el rendimiento y la aerodinámica.
Por encima de todas destacaba un kit aerodinámico de fibra de carbono denominado Extreme Aero package, que incluía elementos especialmente diseñados para pegar el ACR al asfalto, como un enorme alerón trasero de 1.876 mm de ancho totalmente ajustable, un paragolpes delantero imponente, difusores traseros de carbono o rejillas de ventilación extraíbles en el capó.
Con este kit, el Dodge Viper ACR producía la mayor carga aerodinámica que hasta entonces se había registrado en un vehículo de producción: 800 kilogramos a casi 290 Km/h y 545 Kilogramos a 240 Km/h.
El Viper de anterior generación no tenía fama de ser precisamente dócil y por eso en el ACR también se introdujeron mejoras enfocadas a un mayor confort de marcha como una suspensión ajustable de diez posiciones fabricada por Bilstein o un diferencial de deslizamiento limitado capaz de administrar con solvencia la potencia del motor, que iba directa a las ruedas traseras. Las pinzas y discos de freno Brembo carbocerámicos, hechos a medida, se encargaban de poder contenerla.
El Dodge Viper ACR montaba neumáticos de alto rendimiento Kumho Ecsta V720 diseñados específicamente para el coche, con unas medidas de 295/25/19 en el eje delantero y 355/30/19 en el trasero.
Una unidad única, casi a estrenar
En cuanto al exterior, la unidad a subasta viste una personalización de vinilo con franjas rojas que fue diseñada específicamente para este coche por Distinct Wraps de Gaithersburg (Maryland, EE.UU.).
Bajo esta llamativa librea permanece el acabado de fábrica del coche en “Venom Black” con franjas “Bright White GTS” al más puro estilo de competición.
En cuanto al impecable interior, también de estilo deportivo, lleva elementos distintivos como la instrumentación específica, asientos tapizados en Alcántara con costuras en contraste de color rojo, y detalles en fibra de carbono.
Según los tasadores de RM Sotheby´s, con menos de 7.000 kilómetros en el odómetro este Viper ACR cuidadosamente conservado fue una de las últimas unidades que salieron de fábrica en 2017, su último año de producción.
Se entrega con toda la documentación y facturas de servicio pertinentes, un kit de ajuste del paragolpes delantero y un juego de neumáticos nuevo. ¿Quién da más?
Fotos: Greg Keysar, cortesía de RM Sotheby's.
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